La delegación de Venezuela ante el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) rechazó este lunes el informe de la Misión Internacional de Determinación de los Hechos, al que calificó de “nulo e impráctico” y de «responder a intereses geopolíticos encabezados por Estados Unidos y países europeos».
En su intervención, el embajador de Venezuela ante la ONU, Alexander Yánez, acusó al Consejo de actuar con “doble rasero” y de enviar “mensajes contradictorios en materia de derechos humanos”.
Asimismo, denunció que el organismo «guarda silencio» frente a lo que describió como “barbárica violación de derechos humanos” en el caso de los migrantes venezolanos y el “genocidio en Palestina”.
En ese sentido, cuestionó que se destinen casi 10 millones de dólares a investigar la situación venezolana cuando, dijo, “si estuviésemos examinando a Israel el número de actividades y la inversión estaría más que justificada”.
El delegado también se refirió a lo que llamó una “agresión híbrida” contra el país desde hace más de 20 años, recordando episodios como el golpe de Estado de abril de 2002, la huelga petrolera de ese mismo año, la designación de Venezuela como “amenaza inusual y extraordinaria” por parte del expresidente Barack Obama en 2015, y la creación del Grupo de Lima en 2017. Aseguró que el mismo “libreto” de acusaciones se ha usado primero contra Hugo Chávez y luego contra Nicolás Maduro.
Según Caracas, la Misión de la ONU carece de legitimidad porque “no ha pisado ni pisará territorio venezolano”, y se apoya en “fuentes dudosas, testimonios inventados y estadísticas sin rigor metodológico”. “No nos vamos a prestar para validar semejante parodia”, sentenció la representación diplomática.
El gobierno de Nicolás Maduro también alertó sobre el riesgo de una “guerra en la región” impulsada por potencias extranjeras y advirtió que, aunque ha desplegado una “diplomacia bolivariana de paz”, el país “defenderá su territorio y su riqueza petrolera con todos los medios disponibles” ante cualquier agresión externa.