El presidente Nicolás Maduro abrió la puerta a declarar un estado de conmoción exterior, una medida contemplada en la Constitución venezolana que permite la adopción de facultades extraordinarias ante escenarios de agresión o peligro para la nación. Su planteamiento surge en medio de la escalada de tensiones con Estados Unidos tras el anuncio del presidente Donald Trump de reforzar la presencia militar en aguas del Caribe.
Lo que dice la Constitución
El artículo 138 de la Carta Magna establece que el jefe de Estado puede decretar un estado de conmoción, interno o externo, “en caso de conflicto interno o externo, que ponga seriamente en peligro la seguridad de la Nación, de sus ciudadanos y ciudadanas, o de sus instituciones”.
Esta figura jurídica tiene una duración inicial de 90 días, prorrogables por otros 90, siempre con la aprobación de la Asamblea Nacional. Además, según la propia norma, “una ley orgánica regulará los estados de excepción —entre ellos el estado de conmoción exterior— y determinará las medidas que pueden adoptarse con base en los mismos”.
Facultades excepcionales del Ejecutivo
La Ley Orgánica sobre Estados de Excepción detalla que el presidente, en consejo de ministros, podrá dictar medidas de orden social, económico, político o ecológico cuando las atribuciones ordinarias del poder público resulten insuficientes.
En la práctica, esto podría traducirse en:
- Racionamiento de bienes y servicios esenciales.
- Imposición de servicios extraordinarios a ciudadanos o empresas para la protección de personas, lugares o recursos estratégicos.
- Autorización de gastos no previstos en la Ley de Presupuesto, con cargo al Tesoro Nacional.
- Limitaciones a ciertas libertades o derechos, siempre dentro de lo previsto por la Constitución y bajo control parlamentario.
Contexto de la propuesta
Maduro introdujo la posibilidad de aplicar esta medida tras las advertencias de Trump, quien aseguró en la Asamblea General de la ONU que Estados Unidos continuará atacando embarcaciones vinculadas al narcotráfico supuestamente originadas en Venezuela. “Recientemente, hemos comenzado a utilizar el poder supremo de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos para destruir a los terroristas y las redes de narcotráfico de Venezuela lideradas por Nicolás Maduro”, dijo el mandatario.
Frente a este escenario, el Ejecutivo venezolano desplegó a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb) para entrenar civiles en el “manejo de armas”, medida que Maduro justificó como parte de la preparación para defender al país ante una eventual “agresión militar”.
Aunque el estado de conmoción exterior es un instrumento previsto en la Constitución, su eventual aplicación en la coyuntura actual no solo tendría efectos legales y económicos, sino también políticos, pues ampliaría el margen de maniobra del Ejecutivo en un momento de alta tensión internacional y de cuestionamientos internos sobre la legitimidad del gobierno.
Con información de Bloomberg Línea.