La situación de violencia contra la niñez en Colombia afronta un panorama crítico: entre enero y agosto de 2024 se han documentado 375 homicidios contra menores, de acuerdo con cifras del estatal Instituto de Medicina Legal.
Según datos del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), en lo que va del año, en la nación cafetera se han atendido 18.805 casos de violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes.
Naciones Unidas (ONU) también alertó, en la más reciente Conferencia Ministerial Mundial para poner fin a la violencia contra la infancia, celebrada la semana pasada en Bogotá, que la niñez enfrenta una violencia sin precedentes como consecuencia de abusos sexuales, conflictos armados y el cambio climático.
Al respecto, Anna Azaryeva Valente, representante adjunta del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en Colombia, señaló que quebrar el ciclo de violencia contra la niñez en el país representa una oportunidad para transformar esta realidad, que requiere de acciones múltiples.
“Las políticas de cuidado deben ser más fuertes, con programas de educación para crear entornos protectores que garanticen el desarrollo de los niños de forma segura”, afirmó a la Voz de América.
Unicef reveló que 53 niños, niñas y adolescentes sufren a diario violencia sexual en Colombia y al menos 100 menores de edad son evaluados por el sistema médico legal debido a violencia física.
A nivel global, de acuerdo con Unicef, cada cuatro minutos un niño o una niña muere a causa de un acto de violencia, y alrededor de 90 millones de infantes vivos hoy en día han sufrido episodios de violencia sexual.
Deberes de los gobiernos
Nadine Burke-Harris, doctora especializada en trauma infantil, cree que, “con toda la información científica presente para saber qué es lo que funciona para crear un entorno protector para los niños, el compromiso debe ser de los gobiernos en garantizar la aplicación de estas soluciones”.
“Las escuelas sabemos que son un entorno muy importante para empezar a realizar estos cambios porque son espacios donde los padres pueden aprender a reducir la violencia contra los niños”, explicó Burke-Harris en conversación con la VOA.
Por otra parte, Sheema SenGupta, directora de Protección de la Infancia de Unicef, señaló que los niños y niñas que experimentan actos de violencia tienen probabilidades de verse afectados por ciclos de trauma y violencia en la edad adulta.
Ante esto reafirmó que “si invertimos en medidas de prevención, en educación y en servicios de apoyo, podemos romper el ciclo de la violencia y construir un mundo en el que los niños y niñas estén seguros”.
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