Uno de los principales afluentes del río Amazonas ha descendido a su nivel más bajo jamás registrado, informó el servicio geológico de Brasil, lo cual refleja una grave sequía que ha devastado la selva amazónica y otras partes del país.
El nivel del río Negro en el puerto de Manaos era de 12,66 metros el viernes, en comparación con un nivel normal de unos 21 metros. Es el nivel más bajo desde que comenzaron a llevarse mediciones hace 122 años. El anterior récord más bajo se registró el año pasado, a finales de octubre.
El nivel del río Negro podría bajar aún más en las próximas semanas, según las previsiones de escasez de lluvias en las regiones situadas río arriba, de acuerdo con las predicciones del servicio geológico. Andre Martinelli, responsable de hidrología de la agencia en Manaos, dijo el viernes que se prevé que el nivel del río siga descendiendo hasta finales de mes.
Los niveles del agua en la Amazonía brasileña siempre aumentan o se reducen en las temporadas de lluvias y de sequía, pero la porción seca de este año ha sido mucho peor que lo usual. Todos los ríos principales de la cuenca del Amazonas están en niveles críticos, incluido el río Madeira, que es el afluente más largo del Amazonas.
El río Negro drena alrededor de 10 % de la cuenca del Amazonas y es el sexto más grande del mundo según su volumen de agua. Manaos, la ciudad más grande del bosque tropical, es donde el río Negro se une al Amazonas.
Para la población local, la sequía ha imposibilitado las actividades cotidianas básicas. Gracita Barbosa, de 28 años, trabaja de cajera en una tienda flotante del río Negro. Se encuentra sin empleo porque los botes que antes hacían escala allí ya no pueden navegar por el río debido al bajo nivel de las aguas. Barbosa ya no puede bañarse en el río y ahora tiene que recorrer distancias más largas para recolectar agua potable.
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