LA HABANA.- La defensora de los derechos humanos y líder del movimiento Damas de Blanco, Berta Soler, se encuentra en paradero desconocido tras haber sido detenida el pasado domingo por agentes del régimen de Cuba. Esta detención arbitraria ha suscitado una creciente preocupación entre activistas y organizaciones internacionales, dado que, a dos días de su arresto, no se tiene información sobre su ubicación.
Soler, conocida por su lucha en favor de la liberación de presos políticos en la isla, fue interceptada cuando se dirigía a su tradicional protesta pacífica dominical, en la que las Damas de Blanco asisten a misa para denunciar las injusticias del régimen.
Familiares y compañeros de Soler han intentado obtener respuestas por parte del régimen, pero la policía niega cualquier conocimiento sobre su paradero. Su esposo, el también activista Ángel Moya, denunció la situación, alertando que el silencio y la falta de información podrían estar relacionados con represalias por las recientes amenazas recibidas por Soler.
En semanas previas, la Seguridad del Estado le había propuesto a Soler abandonar el país a cambio de cesar sus protestas, una oferta que rechazó rotundamente. «No hay pacto con el tirano», habría respondido la líder opositora, según fuentes cercanas. Este acto de valentía podría haber sido el detonante de su actual situación de desaparición.
Diversas organizaciones internacionales han expresado su alarma ante lo que consideran un claro caso de desaparición forzada. Rosa María Payá, activista por los derechos humanos y directora de la Fundación para la Democracia Panamericana (FDP), responsabilizó directamente al régimen cubano y exigió su inmediata liberación.
«Responsabilizamos directamente a Raúl Castro y Miguel Díaz-Canel por la desaparición forzada de Berta Soler, y hacemos un llamado urgente al Parlamento Europeo y a la comunidad internacional para que exijan su inmediata liberación. Este ataque es una escalada grave y deliberada sobre la ya critica situación de los derechos humanos, la libertad de expresión y el derecho a la protesta pacífica en Cuba», afirmó Payá.
La desaparición de Berta Soler no solo agrava la situación de los derechos humanos en Cuba, sino que además pone de relieve la creciente represión que enfrentan quienes se atreven a alzar la voz en contra del régimen. Organizaciones de derechos humanos y gobiernos de todo el mundo han sido instados a intervenir, exigiendo la liberación de Soler y el fin de las detenciones arbitrarias en la isla.
FUENTE: REDACCIÓN