LA HABANA.- El incremento de la mendicidad se ha convertido en una preocupación creciente en Cuba, extendiéndose desde la capital hasta provincias como Holguín. Testimonios recopilados revelan la cruda realidad que enfrentan quienes se ven obligados a pedir ayuda en las calles.
Julio César Álvarez, periodista independiente de Holguín, relata escenas desgarradoras de mujeres con niños pequeños solicitando comida en el centro de la ciudad. En este contexto, según reseña Martí Noticias, la falta de recursos se vuelve palpable, con personas de todas las edades enfrentando una situación de vulnerabilidad extrema.
«Mujeres con niños, con infantes en brazos, con esta situación. Ancianos, una persona que siempre está en los parques de aquí, de la ciudad, en el centro, en el casco histórico de la ciudad, con un cartel que dice que tiene SIDA, está en esa situación también», señaló Álvarez.
A pesar de los esfuerzos por brindar atención a los mendigos, como el centro establecido en Holguín, los recursos resultan insuficientes. Álvarez menciona incluso una plaga de chinches que afectó las condiciones de alojamiento, subrayando los desafíos que enfrenta la infraestructura destinada a ayudar a los necesitados.
«Veintitantas camas, si mal no recuerdo, insuficientes para la cantidad de personas, pero también una plaga de chinches que hubo que casi sacar a todo el mundo, porque se los estaban comiendo las chinches», agregó Álvarez.
El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de Cuba reconoció que, entre los años 2014 y 2023, se registró un total de 3.690 personas en situación de mendicidad en todo el país, aunque las autoridades aseguran que están siendo atendidas según los protocolos establecidos.
La activista María López, desde Centro Habana, describe la situación como especialmente grave cuando se trata de jóvenes que se ven obligados a pedir comida en las calles. Este fenómeno, impulsado por la aguda crisis económica, es evidencia del creciente desafío que enfrenta la sociedad cubana.
Dunia Medina, otra activista desde La Habana, expresa su consternación por la creciente presencia de mendigos, destacando incluso a aquellos que han trabajado durante décadas y que ahora se encuentran viviendo en condiciones de extrema pobreza. La crisis económica, junto con la inflación, ha exacerbado esta situación, dejando a niños y ancianos entre los más afectados.
FUENTE: Con información de Martí Noticias