MIAMI.- Al momento que Nicolás Maduro no aceptó el resultado del triunfo de Edmundo González Urrutia ratificó “que es un cobarde”, dijo el analista político Esteban Gerbasi, quien sostiene que “en la cultura venezolana, la cobardía tiene una connotación negativa asociada con la falta de valentía, carácter o responsabilidad”.
Explicó el experto que “una persona cobarde evita enfrentar retos, problemas o injusticias, y prefiere huir o quedarse en silencio ante situaciones que requieren acción o decisión. A nivel social, se tiende a valorar la valentía, el coraje y la capacidad de defender principios, tanto en el ámbito personal como en el colectivo, rol que caracteriza María Corina Machado y Edmundo González Urrutia”
El experto en marketing político venezolano en un artículo titulado “El hombre cobarde” escribió que desde el momento en que Nicolás Maduro no aceptó el resultado del triunfo de Edmundo González Urrutia, «ratificó que es un cobarde».
Para una mayor comprensión de sus argumentos, el analista recordó que en Venezuela, país marcado por momentos históricos de lucha por la libertad y la justicia, como la independencia de España o los movimientos de protesta en tiempos más recientes, “la cobardía es vista como una traición a los valores de resistencia y dignidad de los venezolanos”.
“También se asocia con la falta de solidaridad, pues el cobarde a menudo es percibido como alguien que se abstiene de actuar para proteger a otros o defender lo que es justo”, indicó.
En la vida cotidiana, ser llamado «cobarde» es una forma de deshonra, ya que pone en entredicho la integridad de una persona, dijo el analista venezolano.
“Esto puede generar reacciones defensivas o incluso violentas, dada la importancia cultural de mostrar fortaleza y valentía. La Violencia de Estado, el terrorismo de Estado es el resultado de la cobardía aplicada por un régimen cobarde, hoy la inmensa mayoría aborrecemos y enfrentamos a los cobardes, sobre todo a Maduro y sus acólitos”, puntualizó Gerbasi.
En su artículo Gerbasi describe también “la gran cobardía de las Fuerzas Armadas venezolanas y policías. La cobardía también se extiende a muchos gobernadores, alcaldes, concejales y empleados públicos”.
Militares aislados
En cuanto al estamento militar en un reciente reportaje de AFP se dijo que “además de las armas, los militares controlan empresas de minería, petróleo y distribución de alimentos, así como las aduanas y 12 de 34 ministerios, incluidas carteras importantes como Petróleo, Energía, Defensa, Relaciones Interiores y Comercio. La oposición y expertos denuncian redes de corrupción que han enriquecido a muchos oficiales».
“Maduro no tiene el liderazgo militar para soportarse como comandante en jefe. Se gana a la Fuerza Armada con privilegios, ascensos y la creación de nuevos cargos”, dijo a la agencia el general retirado Antonio Rivero, crítico del chavismo, exiliado en Estados Unidos. A la vez, Rivero señaló que los militares se encuentran muy vigilados en los cuarteles, y no confían en sus compañeros de armas.
Laura Dib, directora del programa Venezuela en el centro de estudios sobre derechos humanos WOLA, señaló que “es muy difícil entender” lo que ocurre al interior de la Fuerza Armada “porque cada vez que un militar se ha rebelado contra Maduro, la represión y persecución ha sido implacable”.
“Militares de alto rango se han vuelto increíblemente poderosos”, señaló Rebecca Hanson, profesora del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Florida citada por AFP. “Tienen mucho que perder si Maduro cae”. Casi 50 altos oficiales, activos y en retiro, figuran en la lista de sancionados de Estados Unidos».
FUENTE: ARTÍCULO DEL ANALISTA ESTEBAN GERBASI/ AFP / REDACIÓN DIARIO LAS AMÉRICAS