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Ángel, el hacker conocido como The Cartel, es un hombre de pocas palabras. Los investigadores que se han reunido con él le describen como “de 175 centímetros, gafas, moreno, barba, pelo ni largo ni corto…”. De nacionalidad venezolana, es el líder financiero del grupo hacktivista Kelvin Security. A sus 28 años, encabeza una red de ciberdelincuentes que han actuado en 90 países, poniendo en jaque a centenares de organizaciones públicas y privadas. Esencialmente, para robar bases de datos y venderlas al mejor postor.
Por El Mundo
Actuaba desde la patria de Nicolás Maduro con total impunidad. No hay extradición desde allí. The Cartel se creía invencible en las redes pero no en las calles. Una vez había reunido el suficiente capital, con una mujer embarazada de unos tres meses, decidió que el mejor lugar para vivir es España. Es parte de una ola imparable, los piratas informáticos han elegido este reino para asentarse. Para operar. Lo tenía todo calculado.
No contaba con la minuciosa paciencia del equipo contra los delitos informáticos de la Comisaría General de Información (CGI) de la Policía. Venían persiguiendo a los Kelvin Security desde hace un par de años, cuando atacaron ayuntamientos españoles y organizaciones sensibles. Están confirmado que vulneraron los sistemas informáticos de Getafe (Madrid) y Camas (Sevilla). Robando gigas y gigas de información. “Logramos identificar a los autores, a los cabecillas de la organización. Actuaban desde Venezuela. Sabíamos que no valía la pena pedir una orden de extradición. Teníamos que esperar que llegaran a Europa”.
Las requisitorias se les iban acumulando. Instituciones de EEUU, Alemania, Italia, Argentina, Chile, Japón… continuaban siendo atacadas por los hackers venezolanos. The Cartel presumía de ello, incluso se había hecho un montaje sentado encapuchado, en chandal, en el Despacho Oval. Pero así como los ciberdelincuentes están unidos para el mal, las fuerzas y cuerpos de seguridad de esos Estados trabajan también coordinados. Intercambian información y comparten datos para poder detenerlos. Aunque las leyes vayan detrás del nivel de los policías que luchan contra los cibercriminales, los agentes han tejido redes para poder contrarrestarlos.
Así, identificaron a los principales líderes de los Kelvin Security. Sólo quedaba que se acercaran a un país donde hubiera extradición. “No es extraño que quieran venir a España. En sus países no pueden disfrutar del dinero que han ganado”. El nivel de inseguridad en Caracas es extrema. Desde hace años es considerada la más violenta del planeta. El último ranking de Global Index así lo ratifica. Con medio millar de homicidios al mes, es uno de los grandes éxitos del régimen bolivariano.
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