CIUDAD DE PANAMÁ.- La Operación Flujo Controlado de Migrantes Irregulares de Panamá registra un acumulado de 178.043 personas cruzando la Selva del Darién durante 2024, cuya travesía se origina desde Necoclí, Colombia y culmina en Bajo Chiquito de Panamá.
Esa operación fue creada para registrar la cantidad de personas y las nacionalidades que transitan todos los días por el territorio de Panamá y luego siguen su ruta hacia su destino final: Estados Unidos.
Migración Panamá desde hace unos 9 meses dispone de un servicio de buses para que estas personas lleguen a la frontera de Costa Rica, sin los peligros asociados al crimen organizado, con el fin de brindar apoyo mientras estén en ese territorio.
El Servicio Nacional de Migración informó que en su mayoría quienes han ingresado por esta vía son venezolanos, ecuatorianos, haitianos y colombianos.
Hasta el 6 de junio se cuantificaron 113.244 venezolanos, 12.300 ecuatorianos, 9.980 haitianos, 11.219 colombianos y 10.348 chinos. El resto corresponde a otras nacionalidades incluyendo a la India.
Entre enero a los primeros días de junio de 2023 se registraron 166.000 migrantes cruzando el Darién. De acuerdo a la Operación Flujo Controlado de Migrantes, la cifra acumulada de esa misma fecha de 2024 es de más de 178.000, lo cual se comenzó a acelerar en los últimos 15 días, atribuido a los anuncios de más restricciones.
El gobierno de Panamá y otros entes no gubernamentales estiman que este año cerrará con unas 800.000 personas cruzando por esa jungla. La entidad migratoria de ese país reiteró los peligros que enfrentan quienes deciden atravesar la Selva del Darién. Y alertó sobre la situación adversa que hay en ese lugar, especialmente ahora por la temporada de lluvia.
Elevado flujo de migrantes
Recientemente, el gobierno electo de Panamá expresó a la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de Naciones Unidas que carece de los recursos para manejar el elevado flujo de migrantes irregulares que llegan al país a través de Darién, por lo que impulsará medidas como la repatriación, aunque esto aún está por definirse con acuerdos entre los países involucrados.
Colombia se ha negado a aceptar esa solución porque ese flujo migratorio se quedaría en su territorio y de igual manera las autoridades de ese país y otras organizaciones han expresado que la gente culminará su travesía saliendo por otras «bocas» (vías) del Darién y en caso de que se concreten las restricciones se perdería el control sobre la cantidad de personas y las nacionalidades como lo hay en la actualidad.
“No tenemos los recursos para manejar esta cantidad de migrantes ilegales y se lo hicimos saber a la OIM, lo entiende y estamos muy contentos de poder trabajar juntos para reducir este flujo durante el gobierno del presidente electo de Panamá, José Raúl Mulino”, dijo el ministro designado de Relaciones Exteriores, Javier Martínez-Acha. Panamá asume en parte el costo de manutención, atención médica y transporte hasta que salen del país.
Por su parte, Estados Unidos anunció que intensificará su lucha contra el tráfico de migrantes en la selva del Darién, por la que pasan miles de personas cada año y que se ha convertido en una de las rutas más peligrosas. En un intento por combatir a las bandas criminales que asaltan, violan y matan, los departamentos de Justicia e Interior anunciaron la movilización de una unidad especializada en el combate de estas prácticas, que se creó en 2021 y ya estuvo operativa en Honduras, Guatemala, El Salvador y México.
A la par, el Departamento de Estado anunció que ofrecerá recompensas de hasta $8 millones por cualquier información que conduzca a la captura de los líderes de estas bandas, con especial foco en los narcos del Clan del Golfo, que operan en esta zona.
“Con el anuncio estamos extendiendo nuestros esfuerzos de aplicación de la ley al Darién y desplegando programas de recompensa como los que han hecho caer a capos de la droga para perseguir a los traficantes”, indicó en un comunicado la fiscal adjunta de Washington, Lisa Monaco, que sentenció a continuación que “a quienes trafican con personas a través del Darién, sepan esto: el Gobierno de Estados Unidos va a ir por ustedes”.
El Darién es una selva de 266 kilómetros de longitud y 575.000 hectáreas que se ubica entre Colombia y Panamá. Por tratarse de un espacio fronterizo entre los dos países, en los últimos años se convirtió en uno de los corredores más elegidos por los viajeros indocumentados de América y el mundo, que emprenden largas travesías con el objetivo de llegar hasta México y de allí a la Frontera Sur de EEUU en busca «del sueño americano».
FUENTE: MIGRACIÓN PANAMA / LA PRENSA DE PANAMÁ / DIARIO LAS AMÉRICAS