LA HABANA, CUBA — Un segundo contingente de buques de la flota rusa en menos de un mes y medio comenzó su visita a Cuba este sábado. La primera de las tres naves esperadas, el buque escuela “Smolniy”, fue recibida en la bahía de La Habana con salvas de cañón a manera de saludo de parte del régimen en la isla.
Se espera que estas embarcaciones permanezcan en las radas capitalinas hasta el 30 de agosto.
A mediados de junio, otro grupo de tres embarcaciones de guerra, incluyendo un submarino de propulsión nuclear también atracaron en La Habana, llamando la atención del gobierno de Estados Unidos que siguió de cerca las operaciones y maniobras de estas naves, aunque dijo que no representaban un peligro.
En un comunicado, el Ministerio de las Fuerzas Armadas informó a comienzos de esta semana sobre el arribo de estos buques como “una práctica histórica” con naciones con las cuales se mantiene “relaciones de amistad y colaboración”, pero no se ofrecieron detalles sobre el objetivo de la presencia rusa.
Acompañando al “Smolniy” vienen también el petrolero de altamar “Yelnya” y el patrullero “Neustrahimiy”.
Las autoridades indicaron que la población incluso podría subir a visitar —una práctica habitual cuando se presentan embarcaciones llamativas en el puerto— el “Smolniy” el próximo domingo y lunes.
Despliegue ruso en La Habana, eje de defensa del Kremlin
Como informó Diario de Cuba, el arribo de una nueva flotilla de guerra de Rusia a Cuba sería parte de los preparativos del Kremlin para el despliegue permanente de sus medios navales en la Isla, aseguró un experto militar ruso.
Alexander Sharkovsky señaló que «en Cuba ya se está recreando la base de las Fuerzas Armadas rusas, tanto terrestres como navales. Si se utilizan buques de carga seca, los misiles [nucleares] pueden volver a llegar allí, como fue el caso en 1962».
El vocero del Kremlin, que aparece con frecuencia en la televisión rusa, agregó que «dado que los Estados Unidos tienen la intención de desplegar sus misiles de alcance medio en territorio alemán, significa que nuestros misiles deberían estar en algún lugar cerca de los Estados Unidos. Esta es una reserva estratégica muy importante para la seguridad de la Federación Rusa».
Sharkovsky señaló que Moscú aceleraría el envío de un gran número de buques de guerra a Cuba si la Casa Blanca ejecuta el despliegue de sus sistemas de misiles en el territorio de los países europeos. Ya Washington anunció la ubicación de misiles de largo alcance en Alemania en 2026, tras lo cual el Kremlin amenazó con una «respuesta militar».
Las declaraciones de Sharkovsky, conocido por haber llamado en 2022 a atacar barcos del Reino Unido en represalia por el apoyo de Londres a Ucrania tras la invasión rusa, coinciden con las amenazas lanzadas por Vladimir Putin en junio último, cuando dijo que Rusia podría entregar misiles de largo alcance a terceros países, que usarían esas armas para atacar «puntos estratégicos» en territorio de los aliados occidentales que suministran armas a Ucrania, en lo que calificó como una respuesta «simétrica» a las entregas de armas occidentales a Kiev.
Posteriormente, y a solo horas del arribo a La Habana de una flotilla de tres buques de guerra y un submarino de propulsión nuclear de Moscú, que permanecieron en la Isla entre el 12 y el 17 de junio, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, comentó durante una rueda de prensa que «no hay motivo de preocupación» por parte de Occidente respecto a la posible creación de una base militar de Rusia en Cuba.
«Los ejercicios militares son una práctica normal en diversas regiones del mundo para todos los Estados, especialmente para una potencia marítima tan grande como la Federación de Rusia. La realización de este tipo de maniobras también es una práctica habitual, por lo que no vemos motivo de preocupación en este caso. Es todo lo que puedo decir sobre este tema», dijo el funcionario.
De La Habana a Venezuela
Sin embargo, esos buques se trasladaron luego a Venezuela y el miércoles 24 de julio cruzaron el estrecho de Gibraltar e ingresaron al mar Mediterráneo, tras superar el Atlántico, según informó la Flota del Mar Negro.
Durante el despliegue de las armas del Kremlin en el Caribe, EEUU y Canadá, miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), monitorearon y vigilaron de cerca los medios de guerra rusos. Washington envió uno de sus submarinos nucleares a la Base Naval de Guantánamo y Canadá ancló un barco de su Marina en la bahía de La Habana, mientras medios navales y aéreos de ambos países acompañaron el movimiento por mar abierto de los medios rusos.
Postura del régimen cubano
La llegada de tres buques de la Flota del mar Báltico de Rusia a La Habana entre el 27 y el 30 de julio fue calificada por el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (MINFAR) cubano como una «visita de trabajo», pese a lo inusual del incremento en la frecuencia de tales arribos.
Según los militares cubanos, la flotilla está conformada por el buque escuela Smolny, la fragata patrullera Neustrashimy y el petrolero de reaprovisionamiento Yelnya. El programa de la visita incluye encuentros con el jefe de la Marina de Guerra cubana, las autoridades de La Habana y excursiones a sitios históricos y culturales.
FUENTE: Con información de AP/Diario de Cuba