El magistrado Alexandre de Moraes, del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil, ha instruido al empresario Elon Musk para que designe un nuevo representante legal de la red social X en Brasil dentro de un margen de 24 horas. De no cumplirse esta directiva, la operación de la plataforma podría ser prohibida en todo el territorio nacional.
La resolución fue anunciada el miércoles por medio de la cuenta oficial del STF en la misma plataforma, mencionando las cuentas de Musk y de la empresa.
Si se ignora esta exigencia, se procederá a la “suspensión inmediata de las actividades de la red social” en Brasil, tal como se establece en la sentencia de Moraes.
Este veredicto llega en un momento de tensiones escaladas entre Musk y el sistema judicial brasileño, exacerbadas por la decisión de la compañía X de cesar sus operaciones en el país, lo cual el magnate atribuyó a lo que describió como “órdenes de censura” emitidas por el magistrado del STF.
Musk, fundador también de Tesla y SpaceX, proclamó el 19 de agosto el cierre definitivo de la sucursal de X en Brasil, calificando a Moraes de “dictador” y acusándolo de amenazar con encarcelar a sus trabajadores.
Pese al cierre anunciado, la plataforma ha seguido operativa para los usuarios en Brasil, sosteniendo así el conflicto legal con las autoridades de este país sudamericano.
La disputa entre Musk y el STF se ha prolongado por años, tiempo durante el cual la corte suprema del país ha tomado medidas contra cuentas asociadas a movimientos ultraconservadores, especialmente las vinculadas al expresidente Jair Bolsonaro.
Moraes, reconocido por su postura resoluta contra la desinformación y las denominadas “milicias digitales”, ha ordenado el bloqueo de varias cuentas influyentes que, según él, propagan fake news y buscan socavar el sistema de votación electrónica de Brasil.
X no ha acatado completamente estas directivas, incrementando así la tensión con la corte. En abril, la empresa admitió que algunos usuarios habían conseguido sortear las restricciones impuestas, exacerbando los roces con el tribunal.
Además de las controversias ligadas a la administración de la red social, Musk enfrenta una investigación por parte de la justicia brasileña dentro de un caso que examina a las “milicias digitales”.
Este término alude a grupos organizados que presuntamente utilizaron fondos públicos durante el mandato de Bolsonaro para realizar campañas de desinformación online. La indagación también involucra a Musk por posibles delitos de obstrucción a la justicia, asociación ilícita e incitación al delito.
El gobierno del presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva ha manifestado su preocupación por las decisiones de Musk y ha criticado el cierre de la sucursal de X en Brasil. Según el ejecutivo brasileño, la actuación de Moraes y del STF constituye una respuesta imprescindible para combatir la desinformación y asegurar la integridad del sistema democrático del país.
En este clima, la etiqueta “O TWITTER MORREU” (“Twitter murió”) se popularizó en la red, evidenciando la incertidumbre de los usuarios brasileños respecto al futuro de la plataforma en el país. Este escenario ha propiciado un debate extenso sobre la libertad de expresión y la influencia de las redes sociales en la política y la justicia.