SAO PAULO.- Brasil reforzó sus medidas migratorias a partir de este lunes, en respuesta a un alarmante incremento en el uso de su territorio como una ruta para el tráfico ilegal de personas hacia Estados Unidos y Canadá. Las autoridades del país sudamericano han identificado que el aeropuerto internacional de Guarulhos, en Sao Paulo, se ha convertido en un punto estratégico para organizaciones criminales dedicadas al contrabando de migrantes.
De acuerdo con un comunicado emitido por el Ministerio de Justicia de Brasil, el país ha sido utilizado como una vía para el tráfico de personas, debido en gran parte a la flexibilidad de sus políticas migratorias anteriores. «Hemos observado un aumento preocupante en el número de viajeros que utilizan Brasil como un trampolín hacia el norte de América», señaló el ministerio, destacando que las nuevas medidas buscan controlar esta situación y garantizar la seguridad nacional.
Visa y solicitudes de refugio
Entre las principales medidas adoptadas se encuentra la exigencia de visas para aquellos pasajeros que viajen a un tercer país con escala en Brasil. Esta nueva normativa afecta principalmente a migrantes provenientes de Asia y África, quienes habían estado utilizando rutas aéreas que pasaban por Brasil para luego intentar ingresar ilegalmente a Estados Unidos o Canadá.
Además, las autoridades migratorias endurecerán los requisitos para la solicitud de refugio. A partir de ahora, los solicitantes deberán demostrar que enfrentan persecución política o violencia en sus países de origen, un cambio significativo respecto a las políticas anteriores, que no requerían pruebas tan contundentes.
Condiciones críticas
El aeropuerto de Guarulhos, que sirve a la ciudad de Sao Paulo, ha sido testigo de un crecimiento exponencial en el número de migrantes que permanecen en sus instalaciones en espera de que se resuelvan sus solicitudes de refugio. Las cifras oficiales revelan que, solo en lo que va del año, se han presentado más de 5,400 solicitudes en el aeropuerto, con un aumento significativo en el último mes.
La Defensoría Pública de Brasil emitió informes alertando sobre las deplorables condiciones en las que se encuentran los migrantes retenidos en Guarulhos. «Estamos viendo una crisis humanitaria en desarrollo», señaló un defensor público, quien detalló que muchos de los migrantes, incluidos niños y mujeres embarazadas, están viviendo en condiciones insalubres y sin acceso adecuado a servicios médicos.
La situación alcanzó un punto crítico tras la muerte de un migrante ganes en el aeropuerto, quien había estado retenido en la terminal aérea durante varios días. Este incidente ha intensificado las críticas hacia el manejo de la crisis migratoria por parte del gobierno brasileño.
Medidas causan controversia
Las nuevas medidas han generado reacciones mixtas tanto a nivel nacional como internacional. Organizaciones de derechos humanos han expresado su preocupación por el endurecimiento de las políticas migratorias, argumentando que podría llevar a la criminalización de personas que buscan protección. La Organización de Rescate de Refugiados de Afganistán, con sede en Sao Paulo, emitió un comunicado criticando las restricciones, advirtiendo que «combatir el tráfico de personas no debe implicar castigar a quienes están en situaciones de vulnerabilidad extrema».
Por otro lado, sectores del gobierno brasileño defienden las nuevas políticas como necesarias para mantener la seguridad y el orden en el país. «Brasil no puede permitir que su territorio sea utilizado por redes criminales que explotan la desesperación de los migrantes», afirmó un portavoz del Ministerio de Justicia.
Las autoridades brasileñas han prometido continuar monitoreando la situación y ajustar las políticas según sea necesario para enfrentar este complejo desafío migratorio.
FUENTE: Con información de AFP