De acuerdo con el Índice de Conectividad del Transporte Marítimo (LSCI), en sólo dos décadas China incrementó sus conexiones marítimas en más de 60% y es el país mejor conectado a nivel global. Cuenta 95 puertos, seis de los cuales se ubican en el ranking de los 10 mayores del mundo.
En 2023, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) registró que en poco más de dos décadas, China subió al segundo peldaño de socios comerciales del Caribe, dejando atrás a la Unión Europea y por debajo de Estados Unidos. La mayoría de las exportaciones latinoamericanas a China se sustentan en soja, minerales de cobre, de hierro, petróleo, cátodos de cobre y carne bovina.
“China ha venido creciendo en América Latina en los últimos 30 años. Ha sido un crecimiento que yo lo llamo silencioso, que no ha tenido repercusión negativa, sino ahora que Estados Unidos ha llamado la atención sobre esa presencia. En los últimos años ha habido una especie de expansión china y esto también hay que estudiarlo desde el punto de vista de la oferta china. El país es puntero en materia tecnológica, en materia virtual, en inteligencia artificial”, indica el politólogo Carlos Romero, experto en relaciones internacionales.
Explica que la participación china en la región tiene tres aristas fundamentales.
“Primero, la presencia de China es de carácter básicamente económica y comercial. Es decir, no hay un interés militar o un interés político, sino básicamente es un interés comercial y económico, tener rutas seguras para sus exportaciones: que haya ganancias, que sean rutas seguras contra el terrorismo. Todo lo que está pasando en Yemen y el tránsito en el Canal de Suez es un ejemplo de cómo la piratería sigue jugando un papel importante”, puntualiza.
En segundo lugar, Romero refiere que el interés chino en Latinoamérica se vincula con sus planes generales en el mundo. “No es que tenga una afición particular sobre América Latina, porque esa presencia también la estamos observando en África, en Asia y en Oceanía”, indica.
Señala que, en tercer lugar, la orientación comercial se basa en la tesis de la Ruta de la Seda, una extensa red de rutas comerciales terrestres y marítimas desplegadas por China, “en la cual los puertos y las rutas marítimas cobran una mayor atención.
En este punto, Carlos Romero señala que el interés marítimo se evidencia en la participación y en la administración del puerto en la Terminal Portuaria Multipropósito de Chancay en Perú, en la gerencia del Canal de Panamá, así como algunos vínculos que ha desarrollado con Brasil y con Colombia.
Para el profesor, “Estados Unidos ha exagerado su rivalidad con China. Cuando vamos a analizar las relaciones comerciales y económicas entre ambos países, han tenido un crecimiento de 400%. ¿Entonces es un socio o un enemigo?”.
Proyectos selectivos
El abogado Mariano de Alba, especialista en geopolítica y derecho internacional, expresa que buena parte de los proyectos que China ha financiado en Latinoamérica no han concluido y algunos han sido abandonados.
“En la última década, China ha sido mucho más cuidadosa y selectiva en su presencia regional y sí ha tenido un enfoque importante en inversiones en algunos puertos de América Latina”, añade.
Cree que una de las razones por las cuales China ha incrementado su influencia en el transporte marítimo de América Latina obedece a que no ha habido interés de otros países o inversionistas internacionales en la región.
Al igual que Romero, señala que por ahora el riesgo militar en este contexto no es el principal factor a ponderar.
En este punto, el analista subraya que a los países de la región no han hecho una evaluación más minuciosa sobre los riesgos que asumen, desde el punto de vista geopolítico y de seguridad, al compartir con China la administración y el control de cierta infraestructura marítima.
En entrevista con Diálogo Américas, Joseph Humire, director ejecutivo del Centro para una Sociedad Libre y Segura, expresó que China proyecta en los puertos una doble función: “La mayoría de los puertos se concentran en el Pacífico, quieren usar enlaces de transporte comercial para abrir canales por los que los militares puedan pasar; es una recta estratégica la que están construyendo”.
Cooperación y desarrollo
“Lo que viene sucediendo las últimas semanas con las nuevas políticas y posiciones de Estados Unidos sobre la región, probablemente van a aumentar las relaciones de algunos países con China, produciendo el efecto justo contrario al que dice buscar el Gobierno estadounidense”, señala de Alba.
Sostiene que, aunque Estados Unidos se queja de la presencia china en la región, existen dos realidades: “Latinoamérica y el Caribe necesitan cooperar con China para su propio desarrollo económico y Estados Unidos no ha demostrado tener ni el interés ni la capacidad para llenar los vacíos que surgirían si la región dejara de vincularse con China”.
Refiere que China mantiene relaciones comerciales con América Latina en diversas áreas. Dentro de los países con los que sostiene vínculos están Venezuela y Nicaragua.
“China facilitó un amplísimo financiamiento durante la presidencia de Hugo Chávez, prácticamente sin condicionamientos, y se consiguió con una Venezuela que, contra su propio pronóstico, cada vez tuvo mayores problemas para honrar la deuda con envíos de petróleo. Hoy día, China ve a Venezuela como un socio importante desde el punto de vista político, donde hay animadversión hacia Estados Unidos, pero hay mucho escepticismo sobre nuevamente comprometer grandes inversiones en el país”, apunta de Alba.
Acuerdos con China
El presidente Donald Trump insistió el 3 de febrero en que piensa «recuperar el Canal de Panamá o algo muy gordo va a pasar». Las afirmaciones fueron hechas mientras el secretario de Estado, Marco Rubio, visitaba el país latinoamericano.
Trump ha señalado que China gestiona el canal, pese a que les fue entregado “tontamente” a los panameños. Por su parte, el presidente Raúl Mulino, dijo que Panamá no renovará el acuerdo suscrito con China en 2017 en el marco de la Ruta de Seda.
En noviembre de 2024, el presidente de China, Xi Jinping, participó en la 31° Reunión de Líderes Económicos del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico en Perú, donde fueron rubricados más de 60 acuerdos. Según fuentes oficiales chinas, el objetivo de este viaje fue “ampliar la cooperación”.
Durante su intervención, Jinping exhortó a acabar con el sistema que impide la circulación comercial y de inversión. Recientemente, en medio de las tensiones con EEUU, el Ministerio de Comercio de Colombia anunció una nueva ruta marítima que conecta el puerto de Buenaventura, en el pacífico, con Shanghái. La multinacional China Ocean Shipping Company (COSCO) lidera el proyecto, al igual que en el puerto de Perú.
En octubre de 2024, Colombia anunció su ingreso a la iniciativa de la Franja y la Ruta de China. Se trata de una estrategia de cooperación donde Beijing ya invirtió miles de millones en infraestructuras y tecnologías desde 2013 y donde están adheridos alrededor de 150 países.
@snederr
FUENTE: Con información de Diálogo Américas /AFP/ El Comercio