Josiah K’Okal.
Un sacerdote católico de origen keniata que denunció tráfico de indígenas en Venezuela fue hallado muerto esta semana, en un caso que las autoridades investigan como un posible suicidio, mientras comunidades nativas exigen una investigación “seria y creíble”.
Josiah K’Okal, de 54 años y miembro de la Congregación de Misioneros de la Consolata, desapareció el 1 de enero después de salir de la casa de esa organización en Tucupita, en el estado Delta Amacuro (este), en la bicicleta en la que solía trasladarse.
Su cuerpo fue encontrado colgado de un árbol un día después por habitantes de la localidad de Boca de Guara, en el vecino estado Monagas.
“Luego del hallazgo del cuerpo sin vida del sacerdote Okal Josiah Asa”, las investigaciones “permiten manejar como móvil del hecho un posible suicidio”, publicó en Instagram el jefe de la policía científica, Douglas Rico.
El comisario citó, entre otras evidencias, testimonios recogidos entre conocidos que apuntaron un “estado depresivo reciente” del religioso.
La comunidad indígena warao, a la que K’Okal se había dedicado en su ministerio, exigió una investigación “seria y creíble” de modo que se “aclaren las circunstancias de su muerte”, según una nota publicada este miércoles por el Servicio de Información para las Obras Misioneras Pontificias (FIDES).
K’Okal nació en Kenia el 7 de septiembre de 1969 y llegó a Venezuela tras ordenarse sacerdote en 1997.
Nacionalizado venezolano, el sacerdote llegó a ser superior de la delegación de los Misioneros de la Consolata en este país caribeño. Desde 2006, según el FIDES, se dedicó a estudiar la cultura y la lengua de los warao.
Terminó en 2022 una maestría en Antropología en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales de Ecuador y trabajó en su tesis el caso de waraos desplazados a Brasil y hacinados en centros de refugiados.
De hecho, denunció tráfico de indígenas en Delta Amaruro, en medio de una masiva migración por la crisis económica venezolana.
“Su desaparición y repentina muerte al inicio de este nuevo año nos asusta y entristece, porque hemos perdido a un dedicado cuidador y defensor de nuestros pueblos y realidades amazónicas”, expresó en una nota de duelo la Red Eclesial Panamazónica.
AFP