LA HABANA- La crisis sanitaria en Cuba sigue profundizándose con el resurgimiento de enfermedades que en otras naciones han sido controladas. Al cierre de 2024, la provincia de Las Tunas notificó seis casos de lepra, con transmisión activa y afectación en menores de edad, según datos del Centro de Higiene, Epidemiología y Microbiología del Ministerio de Salud Pública.
Martha Odalis Cabrales León, coordinadora del Programa de Lucha contra la Lepra en la provincia, informó al medio oficialista Periódico 26 que las autoridades sanitarias trabajan en la detección de la enfermedad con el objetivo de su erradicación.
«Enfermedad persistente»
«Actualmente, la patología tiene mayor presencia en los municipios del sur de Las Tunas. Los pacientes notificados permanecen en la comunidad, trabajan y reciben tratamiento gratuito con antibióticos bajo la supervisión de los equipos básicos de Salud», explicó Cabrales.
La especialista reconoció que la enfermedad sigue presente en la provincia y que, aunque no representa una emergencia sanitaria para el régimen, su incidencia es un problema de salud pública. En los últimos cinco años, se han detectado casos infantiles, aunque no se precisaron cifras oficiales.
Según Cabrales, la lepra puede incubarse en el organismo durante un promedio de cinco años, aunque en algunos casos el período se extiende hasta 20. Si no se diagnostica y trata oportunamente, puede generar lesiones progresivas y permanentes en la piel, los nervios de las extremidades y los ojos.
Colapso y enfermedades en aumento
El resurgimiento de la lepra en Cuba evidencia el deterioro del sistema de salud, marcado por la escasez de insumos médicos, la falta de medicamentos y la migración masiva de profesionales de la salud. Mientras el régimen prioriza la exportación de misiones médicas al extranjero como fuente de ingresos, la atención en los hospitales y centros de salud de la isla sigue en decadencia.
A nivel mundial, la lepra es una enfermedad en retroceso, con esfuerzos de detección temprana y tratamiento efectivo. Sin embargo, en Cuba, la crisis sanitaria ha propiciado su reaparición, lo que plantea serias dudas sobre la capacidad del sistema para controlar brotes de otras enfermedades infecciosas.
En la actualidad, países como India, Brasil y Birmania concentran la mayor cantidad de casos de lepra, aunque la tendencia global es a la disminución. En contraste, en Cuba, la precariedad del sistema de salud y la falta de condiciones adecuadas han facilitado la persistencia de la enfermedad, afectando a comunidades vulnerables y reflejando las consecuencias del abandono sanitario en la isla.
FUENTE: Redacción DLA/ Con información de Diario de Cuba