El exterior del edificio que fuera sede del consulado de Venezuela en Nueva York hasta febrero de 2023 muestra actualmente señales de deterioro progresivo, como lo constató la Voz de América.
Además de esta misión, ubicada frente a la catedral de San Patricio en Manhattan, otras cinco representaciones diplomáticas de la nación suramericana en Estados Unidos permanecen cerradas desde que Juan Guaidó fue destituido como presidente interino de Venezuela por la opositora Asamblea Nacional de 2015, y por consiguiente se quedara sin diplomáticos reconocidos.
La Asamblea Nacional de 2015 es la última institución elegida democráticamente en Venezuela, según la ha reconocido el gobierno estadounidense.
La misión bilateral de la embajada de Venezuela en Estados Unidos cesó sus funciones el 5 de enero de 2023, fecha en la que el embajador designado por Guaidó, Carlos Vecchio, dejó el cargo tras la destitución del en ese entonces reconocido como líder de la oposición venezolana.
Un portavoz del Departamento de Estado de EEUU confirmó a la VOA, que la Oficina de Misiones Extranjeras (OFM, por sus siglas en inglés) «ha asumido la responsabilidad exclusiva de garantizar la protección y preservación de los bienes de las propiedades de los consulados venezolanos cerrados».
Cuando se produjo el anuncio en 2023, el gobierno estadounidense indicó que asumía la «custodia temporal» y tendría bajo su control los inmuebles y bienes hasta que una misión diplomática venezolana «reanude operaciones». Eso todavía no ha ocurrido.
La bandera deshilachada y desteñida, las paredes despintadas y las ventanas y puerta principal rotas, son muestras de que el edificio se encuentra en total abandono desde que cerró sus puertas.
Por su parte, la cancillería venezolana condenó hace algunos días «el escandaloso estado de deterioro» de las sedes diplomáticas en Estados Unidos, explícitamente las ubicadas en Washington DC y Nueva York, a través de un comunicado en el que rechazaban una declaratoria suscrita por EEUU y varios países de la región en la que condenaban la situación política en Venezuela.
La cancillería venezolana manifestó que «Venezuela ha sido y será siempre respetuosa del derecho internacional» y comparó la mala situación de sus sedes diplomáticas en EEUU con la sede estadounidense en Caracas, la cual según afirman «permanece intacta».
Además de la sede diplomática venezolana en Nueva York, permanecen cerradas las sedes en Houston, Texas; Los Ángeles, California; Atlanta, Georgia; Nueva Orleans, Louisiana; y Miami, en Florida.
El sitio web de la embajada venezolana en Estados Unidos indica desde la fecha del cierre: «Lamentablemente, más de medio millón de venezolanos no cuentan con una embajada o consulados de su país en Norteamérica».
El texto explica que dado el cierre de las sedes, los interesados en realizar trámites consulares deben dirigirse a las sedes diplomáticas en México y Canadá.
La interrupción del servicio consular venezolano en Estados Unidos a cargo de la oposición de Venezuela – considerada entonces por la Casa Blanca como el «gobierno legítimo» de Venezuela-, siguió a la ruptura de relaciones entre el gobierno de Nicolás Maduro y el gobierno de Washington en 2019.
El gobierno de Estados Unidos sostiene que apoya un proceso de diálogo inclusivo y la restauración de la democracia en Venezuela a través de elecciones inclusivas y competitivas, así como un retorno a la estabilidad y seguridad económicas.
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