LA PAZ — El expresidente boliviano Evo Morales busca consolidar su retorno político con miras a las elecciones presidenciales de 2025, en medio de una controversia judicial que amenaza con poner en riesgo sus aspiraciones.
Morales enfrenta una investigación fiscal por estupro, derivada de la presunta «violación» de una menor hace ocho años, durante su mandato, con quien habría procreado una hija, siendo la víctima una adolescente.
En un contexto de creciente tensión política, Morales denunció el domingo un supuesto atentado contra su vida, señalando que «encapuchados dispararon al menos 14 veces contra su coche», cuando se dirigía a su programa en la radio cocalera.
Morales acusó directamente a su sucesor, el presidente Luis Arce, de haber ordenado el supuesto ataque, calificando al actual mandatario como «el peor presidente de la historia». Esta declaración refuerza la fractura interna del Movimiento Al Socialismo (MAS), partido oficialista que ambos líderes disputan, con Morales acusando a Arce de utilizar el aparato judicial para sacarlo de la carrera presidencial.
Además, Morales desafió abiertamente al gobierno y al poder electoral, acusándolos de confabularse para impedirle ser candidato por el MAS, pese a que las leyes lo impiden.
«Volver al poder y esquivar la justicia»
Desde hace dos semanas, cuando la fiscalía emitió una orden de detención contra Morales por negarse a declarar en una investigación por el presunto abuso de una menor, sus seguidores han mantenido bloqueadas varias carreteras en protesta contra esa decisión judicial. Los bloqueos han generado escasez de alimentos y combustibles en las ciudades, lo que agrava la crisis económica. En respuesta, Arce renovó la cúpula militar y ordenó restablecer el orden frente a las protestas, mientras las tensiones políticas y sociales continúan escalando en Bolivia.
FUENTE: Redacción DLA/ Con información de AP