Corea del Norte conmemoró la entrega de 250 lanzamisiles con capacidad nuclear a unidades del frente de batalla en una ceremonia en la que el gobernante Kim Jong Un exhortó a una expansión incesante del programa nuclear de sus fuerzas armadas para contrarrestar aparentes amenazas de Estados Unidos, informaron medios estatales el lunes.
Las preocupaciones en torno al programa nuclear de Kim han aumentado, ya que él ha demostrado una intención de emplazar armas nucleares en el campo de batalla a lo largo de la frontera entre las dos Coreas, y le autorizó a sus fuerzas armadas el responder con ataques nucleares preventivos si considera que el gobierno está amenazado.
La Agencia Central de Noticias de Corea, perteneciente al gobierno norcoreano, dijo que los lanzadores acababan de ser producidos por las fábricas de municiones del país y están diseñados para disparar misiles balísticos tácticos, un término que describe sistemas capaces de arrojar armas nucleares de menor rendimiento.
Kim dijo en el evento del domingo en Pyongyang que los nuevos lanzadores le darían a sus unidades en el frente una potencia de fuego “abrumadora” sobre Corea del Sur y harán que la operación de armas nucleares tácticas sea más práctica y eficiente. Fotografías difundidas por medios estatales mostraban filas de camiones lanzamisiles del ejército que llenaban una calle amplia en el evento, que incluyó fuegos artificiales y en el que aparentemente había miles de espectadores.
Corea del Norte ha estado ampliando su gama de armas portátiles de corto alcance diseñadas para abrumar las defensas antimisiles de Corea del Sur, mientras que también procura desarrollar misiles balísticos intercontinentales pensados para llegar al territorio continental de Estados Unidos.
Las pruebas de armas y amenazas cada vez más frecuentes por parte de Kim son consideradas en general un intento de presionar a Washington para que acepte la idea de que Corea del Norte es una potencia nuclear y ponga fin a las sanciones encabezadas por el gobierno estadounidense que le fueron impuestas a Pyongyang por su programa nuclear. El gobierno norcoreano también podría intentar agudizar las tensiones en un año electoral en Estados Unidos, dicen expertos.
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