Corea del Sur ha empezado a producir vehículos aéreos no tripulados de media altitud (MUAV) con el objetivo de mejorar la vigilancia militar sobre Corea del Norte, según informó hoy la Administración del Programa de Adquisiciones de Defensa (DAPA) del país.
La mayor aerolínea surcoreana, Korean Air, y las compañías de defensa LIG Nex1 y Hanwha Systems están fabricando los drones espía en el marco de un acuerdo firmado en diciembre con DAPA.
El presupuesto del proyecto es de 471,7 billones de wones (unos 353 millones de dólares) y estas aeronaves avanzadas estarán listas para 2028.
Cada dron espía mide 13 metros de largo y tres de alto, tiene una envergadura de 25 y es capaz de volar a una altitud de entre 10 y 12 kilómetros y de capturar imágenes en alta resolución a distancias superiores a los 100 km.
DAPA confía en que estos artefactos ayuden a las capacidades de vigilancia y de reconocimiento del Ejército de Corea del Sur, en un proyecto que la Agencia para el Desarrollo de la Defensa comenzó a dibujar en el año 2008.
La producción de los MUAV empieza el mismo mes en que Corea del Sur anunció que su Ejército usará sistemas de inteligencia artificial en puestos de vigilancia de la frontera con su vecino del Norte para reemplazar sistemas obsoletos y detectar mejor posibles amenazas a lo largo de la línea divisoria.
Las tensiones entre las dos Coreas van en aumento, después de que Pionyang anunciara el pasado noviembre que dejaría de implementar un acuerdo militar de 2018 diseñado para evitar roces en áreas alrededor de la zona desmilitarizada (DMZ). EFE