CIUDAD DE MÉXICO – La Suprema Corte de México debate este martes si invalida parcialmente la elección popular de jueces, aprobada por el Congreso y que el gobierno oficialista defiende para enfrentar «la corrupción», pero que según sus críticos afectará la independencia de los magistrados y los dejará a merced de criminales.
Este inédito choque de poderes amenaza con desatar una crisis institucional pues la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, advirtió que las votaciones previstas para 2025 y 2027 no tienen marcha atrás.
Ocho de los 11 integrantes de la Corte se oponen a la reforma constitucional que convirtió a México en el primer país que elegirá a todos sus jueces en las urnas.
Para anular este artículo se requieren ocho votos, pero aún si se alcanza esa mayoría una derogación por parte del Supremo quedará en el limbo, pues el Congreso eliminó su facultad para revisar enmiendas constitucionales.
Previo a un receso, la presidenta de la Corte, Norma Piña, planteó el debate de si solo se necesitarían seis votos pues se trata de una anulación parcial.
«Separación de poderes»
El gobierno de Sheinbaum, que asumió el 1 de octubre, acusa al poder judicial de servir a la élite conservadora, mientras la oposición asegura que la reforma fulminará la separación de poderes.
Estados Unidos y Canadá, socios de México en el acuerdo comercial T-MEC, advierten por su parte que la elección socavará la independencia de los jueces y los dejará a merced de narcotraficantes.
Durante el debate, los ministros se declararon competentes para analizar el fondo de la reforma. Sheinbaum opina que carecen de facultades para anular lo aprobado por el Congreso, de amplia mayoría oficialista.
«Quien está violando la Constitución es la Corte», afirmó Sheinbaum este martes en su habitual rueda de prensa.
«Estamos preparados para una o para otra» decisión, aseveró.
Los ocho jueces contrarios a la reforma renunciaron el pasado miércoles, como estableció la enmienda para quienes declinaran participar en las elecciones, aunque sus dimisiones se harán efectivas en agosto de 2025.
La controversia se produce además cuando México enfrenta la incertidumbre de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, su principal socio económico.
Nada que negociar
Decenas de funcionarios judiciales se concentraron frente a la sede de la Corte, en el centro capitalino, para respaldar el proyecto del ministro Juan Luis González que modifica la reforma.
«La reforma debe caer (…) porque México se va a hundir más en el narcotráfico, en la pobreza, en la corrupción de jueces puestos por Morena (partido de gobierno)», dijo María Ortiz, de 54 años, secretaria del tribunal.
El texto plantea dejar en pie la elección popular de los miembros del Supremo, pero no así la de jueces de tribunales inferiores, ya que, afirma, la carrera judicial garantiza la independencia de las cortes.
«No existe un régimen democrático sin que haya una división de poderes efectiva», advierte la propuesta, que preserva la elección del máximo tribunal como un acto de «autocontención» para resolver la disputa.
Pero Sheinbaum advierte que «no se puede negociar lo que ha decidido el pueblo y (…) lo que ya es parte de la Constitución».
El borrador de sentencia responde a impugnaciones de partidos opositores.
Los propios expertos están divididos. «El contenido de una reforma constitucional no es impugnable», sostiene Diego Valadés, exministro de la corte.
Pero el constitucionalista Francisco Burgoa alerta que México enfrentará una «grave crisis sin precedentes» si Sheinbaum insiste en aplicar la reforma ignorando un fallo adverso.
La reforma fue impulsada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador, luego de que la Suprema Corte le echara abajo leyes como una que autorizaba la participación militar en la seguridad ciudadana y otra que reforzaba el papel del Estado en el sector eléctrico.
Impacto económico
Anticipando una decisión desfavorable, el Congreso modificó el pasado jueves un artículo constitucional para impedir que la Suprema Corte pueda revisar los cambios de la Carta Política.
Un choque institucional, por otra parte, no «sería una buena noticia» para la economía, si bien «el impacto de la reforma ya está descontado por los mercados financieros mexicanos», comentó Kimberley Sperrfechter, economista de la firma británica Capital Economics.
La inversión extranjera directa en México alcanzó 36.058 millones de dólares en 2023, mientras el país espera beneficiarse de la relocalización de empresas en sus zonas fronterizas con Estados Unidos.
FUENTE: Con información de AFP