Esta agrupación de personas de fe promueve el conocimiento de los derechos humanos, especialmente la libertad de expresión y religión, la atención a la empobrecida población y a los presos, tanto políticos como comunes.
Desde el momento de su fundación, en 2022, hubo presiones por parte de la Seguridad del Estado sobre algunos pastores para que no participaran de la iniciativa, compuesta mayormente por líderes de iglesias que el régimen se niega registrar. Al Obispo Isael Cagidez, de la iglesia Estrella de Belén, fue detenido el día antes de la primera reunión de la Alianza, que reunió a unos 60 líderes evangélicos de la isla. Le amenazaron y presionaron para que no participara.
La organización de los encuentros ocurre como en la antigua Roma, en las catacumbas. La casa de algún cristiano sirve a los reunidos. Discretamente se mueven los líderes hacia una ciudad.
El pastor Enrique de Jesús Fundora, es uno de los coordinadores de la nueva organización independiente. Él mismo debió salir al exilio por su postura cívica frente a los encarcelamientos masivos posteriores a las manifestaciones del 11 de julio de 2021.
Ahora, en Suiza, pastorea la comunidad extranjera de una iglesia Reformada, a la vez que sus denuncias llegan hasta la sede de organismos de derechos humanos.
La primera reunión de la Alianza en 2023 dejó declaraciones frontales: “Nos comprometemos a regirnos por los principios de justicia, veracidad, rectitud y libertad de conciencia; reconociéndonos mutuamente nuestros derechos como ciudadanos de Cuba. Nos comprometemos a trabajar por sanar las heridas de nuestra nación hambrienta, dividida y espoleada por un proyecto social inadecuado y sus secuelas de incertidumbre y dominación. (…) Trabajamos para abogar por mayores libertades políticas, económicas y sociales, para que todos los cubanos puedan vivir con dignidad y autodeterminación”.
– ¿Cuándo y por qué nació la Alianza de Cristianos de Cuba?
La Alianza de Cristianos de Cuba fue fundada el 18 de noviembre del 2022 en la ciudad de Victoria de Las Tunas, a raíz de la necesidad urgente de los líderes religiosos para unir fuerzas ante la ola de persecución que sufren los creyentes por parte de las autoridades.
Fue la forma que encontraron estos pastores para articular su voz ante las protestas civiles que exigían al gobierno libertad y mejoras en el sistema económico. Estas protestas enfrentaron a los líderes religiosos con la realidad de la represión y tuvieron que posicionarse contra el encarcelamiento y acoso a muchos de los miembros de sus congregaciones que habían participado en las manifestaciones.
Y cuando intentaron defender a sus feligreses ante las autoridades cubanas, ellos mismos se convirtieron en objetivos de la policía política.
Esto hizo que sintieran la necesidad de apoyarse mutuamente y tomar posturas comunes que les ayudaran a lograr una incidencia política, especialmente mediante presión en los mecanismos internacionales de derechos humanos. A la vez, encontraron vías de gestionar apoyo a las víctimas de violaciones de derechos humanos.
– ¿Quiénes la integran? ¿Cómo está estructurada?
La Alianza está integrada por pastores y líderes de ministerios (redes de iglesias) que se sienten desprotegidos ante la ley, ya sea porque el Estado socialista se niega a registrarlos, de redactar un marco legal que permita “legalizarlas”, o pastores de iglesias registradas que se sienten abandonados jurídicamente en la lucha por la defensa de los derechos humanos de sus feligreses y del pueblo cubano en general.
Aunque la mayoría de los miembros de la Alianza son pastores cuyas iglesias son consideradas ilegales por el gobierno, la integran también varios que pertenecen a denominaciones registradas, y que han tomado la decisión de levantar sus voces en defensa del pueblo cubano, a pesar de que sus propias denominaciones han optado por no pronunciarse o actuar públicamente ante las atrocidades castristas.
Estos pastores son miembros a título personal y no representan a sus denominaciones. Solamente representan a sus congregaciones. La estructura de la Alianza cuenta con un Representante internacional y un Consejo de líderes formado por diez pastores que se reúnen para tomar decisiones conjuntas.
Dentro de Cuba no existe un director porque sería reprimido y acosado por la policía política si recayera sobre esa persona todo el peso estructural de la Alianza.
– ¿Cuál ha sido la respuesta de las instituciones registradas?
Muchos pastores que son miembros de estas denominaciones se han sumado porque, como dije, entienden la necesidad de defender los derechos humanos de sus feligreses y del pueblo cubano en general.
– ¿Cuál es la aproximación oficial de la Alianza respecto a la situación del país?
La Alianza tiene una postura clara respecto a la situación actual de Cuba y culpa al gobierno por la situación que vive la población cubana. La posición de la Alianza es que la falta de libertades fundamentales recogidas en la Carta Internacional de los Derechos Humanos es la causa de los problemas económicos y sociales que enfrenta hoy el país.
– ¿Han recibido intimidaciones por su trabajo?
Todos los pastores inscritos públicamente en la Alianza han recibido amenazas, directamente, de la policía política y en algunos de los casos han existido daños directos. Muchos líderes se han convertido en víctimas de violaciones de sus derechos humanos.
La policía política ha tratado de disolver la Alianza y ha castigado a trabajadores por cuenta propia que, de una u otra forma, nos han brindado servicios logísticos, para tratar de impedir que se celebren las reuniones.
Algunos líderes también han sido presionados en sus propias congregaciones por levantar la voz en favor de las libertades fundamentales. El temor es grande.
– En la historia cubana otras iniciativas similares como Pastores por el Cambio, de 2012, han disminuido su impacto social a causa de la represión. ¿Crees que pudiera ser ese el destino de la Alianza?
No. La Alianza no tiene un líder específico y su directiva es un Consejo, esto permite que la represión policial no se concentre en una figura clave que pudiera desestabilizar la organización.
En caso de que algún miembro del Consejo sea encarcelado o decida renunciar por las presiones, se elegiría a otro en su lugar sin afectar el funcionamiento de la organización. Y el representante internacional de la Alianza, que es la cara pública, está fuera del alcance de la represión del gobierno cubano.