LA HABANA.- Rusia apunta a intensificar su influencia en Cuba con la propuesta de construir una refinería de petróleo en la isla, un proyecto que subraya la creciente dependencia de La Habana de aliados externos. La reciente visita de una delegación rusa encabezada por Viacheslav Volodin, presidente de la Duma Estatal, pone en relieve los planes de Moscú no solo para edificar la infraestructura necesaria, sino para involucrarse en el procesamiento del crudo cubano.
Según Alexander Babakov, vicepresidente de la Duma, el proyecto ruso no se limita a la construcción de la refinería. Moscú también busca participar en la producción de productos derivados del petróleo, como fertilizantes. «Junto con el interés económico, es necesario resolver una serie de cuestiones organizativas en términos de crear un entorno favorable para la inversión, creo que los dirigentes cubanos lo entienden», dijo Babakov, según reseña Martí Noticias.
El régimen de La Habana ha enfrentado durante años una crisis energética que se ha visto agravada por la incapacidad para gestionar sus recursos de manera eficiente. La reciente reanudación de las exportaciones de petróleo ruso a Cuba y el acuerdo de suministrar 1,64 millones de toneladas métricas anuales ponen de manifiesto la falta de alternativas viables y la creciente subordinación de la isla a Moscú.
La dependencia energética de Cuba no es un fenómeno nuevo. Durante años, Venezuela fue el principal proveedor de petróleo de la isla, pero la crisis de la industria petrolera venezolana y las sanciones impuestas al régimen de Nicolás Maduro por Estados Unidos redujeron drásticamente los envíos. En un intento de paliar esta situación, México exportó cantidades significativas de petróleo a Cuba en 2023, pero esos envíos también se detuvieron este año, dejando a Cuba en una posición aún más precaria.
En lugar de invertir en una infraestructura local que permitiría a Cuba procesar su propio crudo de manera independiente, el régimen cubano opta por perpetúar la crisis energética y limitar las posibilidades de desarrollo interno y autonomía.
La estrecha cooperación entre Cuba y Rusia, que incluye acuerdos económicos y militares, subraya una relación que beneficia principalmente a los intereses rusos. La presencia de buques de guerra rusos en el Caribe y los acuerdos de cooperación no solo refuerzan el control de Rusia sobre la isla, sino que también desvían la atención de la crisis interna de Cuba y la incapacidad del régimen para abordar los problemas estructurales del país.
FUENTE: Con información de Martí Noticias