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El Observatorio Cubano de Conflictos publicó su más reciente informe en el que contabiliza 609 protestas, denuncias y acciones cívicas públicas en Cuba durante el mes de febrero de 2025. La cifra registra, según datos de la ONG, una merma de 11 % con relación a las 684 compiladas en enero, como también una baja de cerca del 8 % respecto a las 661 registradas en el segundo mes de 2024.
El informe, publicado en su página web, detalla además que las protestas y denuncias no necesariamente se redujeron per se en la isla, sino que quedaron sub-reportadas, debido a los más prolongados apagones eléctricos en décadas, que limitaron el acceso a internet y la capacidad de recargar las baterías de los celulares. También ha motivado un declive de los reportes recibidos la congelación por parte de Estados Unidos del apoyo a los activistas y periodistas independientes que monitorean las protestas y denuncias. No obstante, muchos colaboradores internos de medios afectados como Cubanet y Diario de Cuba han seguido trabajando.
Los mencionados cortes eléctricos sin precedentes motivaron que la categoría de otros servicios públicos, con 143 protestas y denuncias, quedara virtualmente empatada con la de Alimentación, inflación, agricultura, que ocupó el primer lugar en febrero entre todas las del registro del OCC, con 145.
En esta clasificación líder el mes de febrero siguió produciendo imágenes de cubanos desesperados por echarse algo a la boca; amargas quejas por la inestabilidad y progresivo encogimiento de la canasta básica subsidiada de alimentos, incluyendo el panecillo diario y la leche para los niños; impotencia ante los inflacionarios precios de los víveres en los mercados de oferta y demanda; noticias de represión contra actores económicos privados y resentimiento hacia los nuevos mercados abiertos por el gobierno para recaudar divisas, bien surtidos pero fuera del alcance de muchos, ya que solo aceptan pago en dólares o tarjetas internacionales.
“Cuba reporta las jornadas de más alto déficit de capacidad de generación de electricidad de los últimos meses, quizás años”, comentó a mediados de mes el periodista oficialista Lázaro Manuel Alonso, quien cubre el sector. Las 20 horas máximas sin corriente de meses pasados se convirtieron en casi toda la isla en el segundo mes de 2025 en un apagón interminable, apenas interrumpido por una hora de servicio, que generó las denuncias más acerbas del período.
En la columna de otros servicios públicos se inscribió también la tragedia en La Habana de un niño tragado por una alcantarilla que no pudo ver, debido a que caminaba en un metro de agua acumulada, por la combinación de fuertes aguaceros y tragantes tapados por la nula recogida de basura.
Los desafíos al Estado policial (78) superaron a las acciones represivas (67) e incluyeron protestas presenciales con carteles y gritos de Abajo la dictadura, agudos artículos de escritores y periodistas independientes, posts sumamente críticos de miembros de la sociedad civil, incluidos religiosos e intelectuales, y ácidas reacciones de ciudadanos comunes contra la insoportable vida en que la élite de poder mantiene sumido al pueblo y sus promesas vacías y planes redundantes, descritos por los cubanos como “lo mismo con lo mismo”. Hubo reportes de incendios en cañaverales y en un parque fotovoltaico que podrían indicar un tránsito a formas violentas de lucha contra la indolencia del régimen.
La maquinaria represiva (61) no se detuvo ni en las prisiones ni en las calles a pesar de que las excarcelaciones condicionadas de presos, interrumpidas en enero, se reanudaron el 27 de febrero. En el mes hubo que lamentar seis muertes de reclusos bajo custodia, incluyendo la de la presa política del 11J Yoleisi Oviedo Rodríguez por falta de atención médica oportuna. Hubo golpizas y castigos, confiscaciones, arrestos arbitrarios, amenazas e intimidaciones y cargos judiciales contra presos políticos, opositores y activistas y miembros de la sociedad civil
En el segundo mes de 2025 la inseguridad ciudadana acumuló 70 protestas o denuncias, entre ellas 11 acerca de asesinatos u homicidios producto de la violencia social, criminal o de género, siete sobre personas desaparecidas y 25 casos de robos, hurtos y asaltos. En esta última modalidad se reportaron dos novedades preocupantes: el uso creciente de armas de fuego y, sobre todo, la inseguridad para los niños. En La Habana, a un estudiante de secundaria le arrebataron su mochila camino de la escuela, mientras que una denuncia sobre el secuestro de una menor para pedir rescate atrajo numerosos comentarios sobre casos similares en el occidente de la isla y avisos y medidas al respecto en las escuelas.
La categoría Otros problemas sociales acumuló en febrero 61 protestas, denuncias o acciones cívicas. Se abordaron en esta clasificación entre otros temas los castigos a jóvenes que se resisten a pasar el servicio militar; los efectos del consumo de drogas que se extiende por la isla; la influencia negativa de la crisis y la represión en los valores de los cubanos mientras muchos otros se muestran solidarios, y una nueva estadística sobre la declinación de la población de Cuba que indica que al cierre de 2024 la isla contaba con 9 748 532 habitantes, comparados con 11,1 millones en 2021.
En la columna de Salud Pública se contabilizaron 43 entradas. Muchas tuvieron que ver con el caso del niño Damir Ortiz, aquejado de una grave condición neurológica y necesitado de una visa humanitaria, para lo que las autoridades sanitarias deberían extenderle, pero se han negado, una carta admitiendo que no hay tratamiento para él en Cuba. Otras denuncias sobre el tema salud se enfocaron en la falta de insumos, equipos, medicamentos e higiene en el sistema y en la recurrencia de pacientes y familiares a la caridad pública, el mercado negro o visas humanitarias para solucionar sus carencias y necesidades médicas.
FUENTE: Observatorio Cubano de Conflictos
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