MANAGUA.- El dictador de Nicaragua, Daniel Ortega, propuso enviaría un grupo de “combatientes sandinistas” a Venezuela para apoyar en la defensa de la “revolución bolivariana”, en caso de que se arme una guerra en el país suramericano, luego de los cuestionados resultados de elecciones presidenciales del 28 de julio que declararon presidente electo a Nicolás Maduro.
El líder sandinista, férreo defensor del modelo socialista implantado en Venezuela hace 25 años por el fallecido gobernante Hugo Chávez, alertó a su sucesor Nicolás Maduro que no descarte lo que denominó como una “contrarrevolución armada” en Venezuela, como la que se dio en Nicaragua durante la revolución sandinista, que puso fin a la dictadura de Anastasio Somoza en 1979 .
“Nicolás hay que prepararse para dar la batalla y derrotarlos, tengan la seguridad de que si se llegara a dar esa batalla en Venezuela van a contar con combatientes sandinistas”, afirmó Ortega durante la XI Cumbre Extraordinaria de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA), celebrada de manera virtual.
Asimismo, manifestó nuevamente su apoyo al régimen venezolano y destacó tener la seguridad de que “así como se sumaron miles de combatientes extranjeros a la batalla de Nicaragua, también se van a sumar miles de combatientes latinoamericanos y caribeños a la defensa de la revolución bolivariana”.
“Como a ellos (la oposición venezolana) ya les fracasó la maniobra y no hay vuelta atrás, no hay paso atrás que Nicolás es el presidente legítimo, pueden ahora pasar a las armas”, apuntó, según el medio Alerta Mundial.
Contrarrevolución en Colombia
Ortega aseguró que en Colombia funcionan bases militares de Estados Unidos, desde donde sugirió que se podría generar una guerra armada para atacar a la dictadura chavista, debido a la amplia frontera que une a ambas naciones.
“El imperialismo hoy está más herido que nunca por esta victoria en Venezuela, no descarten que organicen una contrarrevolución, como las que nos organizaron contra Nicaragua”, dijo.
El dirigente sandinista sostuvo que la «batalla» en Venezuela sería mucho mayor que la que se dio en Nicaragua, «porque se involucra al Ejército de Colombia, a los mercenarios colombianos, a los asesinos colombianos y a los narcotraficantes colombianos”.
Arremete contra Lula y Petro
Por otra parte, arremetió contra sus homólogos Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil y Gustavo Petro de Colombia, por su postura con respecto a fraude electoral cometido en Venezuela el pasado 28 de julio, cuyos resultados oficiales siguen siendo cuestionados por la oposición venezolana y gran parte de la comunidad internacional.
Durante su intervención, Ortega expresó que la negativa de los gobiernos Petro y Lula, a los que calificó de «arrastrados», de respaldar la victoria de Maduro representa una “inaceptable” injerencia en los asuntos internos de Venezuela.
Por lo que dijo que el mandatario brasileño es uno de los presidentes latinoamericanos de izquierda que ha tenido una «reacción brutal» y «cobarde» al no reconocer el triunfo de Maduro, y que forma parte de los «Gobiernos serviles y traidores».
El dictador nicaragüense, uno de los principales aliados del régimen de Nicolás Maduro, y uno de los pocos que han reconocido la cuestionada victoria del líder socialista en las pasadas elecciones presidenciales, aseveró que el mandatario brasileño quiere convertirse en el representante de los Estados Unidos en América Latina.
A su vez, acusó a Lula de estar repitiendo «de una forma vergonzosa» las consignas de “los yanquis, de los europeos, y de los Gobiernos arrastrados de América Latina.
“Por eso rompimos relaciones con Brasil y la forma en la que te has comportado, Lula, ante el presidente legítimo de Venezuela es vergonzosa, y no me digas que tus gestiones fueron extraordinarias, acuérdate de los escándalos y el Lava Jato. Si quieres que te respeten, respeta”, fustigó.
En agosto, el régimen de Nicaragua rompió relaciones diplomáticas con Brasil, luego de expulsar a su embajador Breno de Souza Brasil Días da Costa, por una fallida gestión de Lula da Silva para mediar la crisis política en el país centroamericano.
Según Ortega, el conflicto se originó luego de que el Papa Francisco le pidiera al mandatario brasileño que abogara por la liberación del obispo Rolando Álvarez, actualmente excarcelado y exiliado a Roma. En respuesta a esta acción, el gobierno de Brasil decidió expulsar a la embajadora de Nicaragua, Fulvia Castro de sus funciones consulares.
FUENTE: Con información Alerta Mundial El Debate e Infobae