Los defensores ucranianos de los derechos humanos piden a la comunidad internacional que aumente la presión sobre Rusia en un esfuerzo por devolver a miles de niños ucranianos deportados, que están siendo adoctrinados y adoptados en Rusia.
“La situación es muy difícil y el tiempo corre en nuestra contra”, dijo a EFE Katerina Rashevska, abogada del Centro Regional Ucraniano de Derechos Humanos.
Hasta ahora sólo 387 niños han sido devueltos a Ucrania, según datos del Gobierno.
Según las autoridades ucranianas, al menos 19.546 niños han sido secuestrados.
Daria Gerasimchuk, asesora para los Derechos del Niño del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, advierte de que la cifra real es “mucho mayor”, posiblemente entre 200.000 y 300.000, según informó a EFE su oficina.
Se necesita más presión contra Rusia
Hace más de un mes, Rashevska y otros miembros de la coalición de derechos humanos “Ucrania 5AM”, pidieron a la Corte Penal Internacional (CPI) que amplíe las órdenes de arresto que el alto tribunal de la ONUU emitió contra el presidente ruso, Vladimir Putin, y su comisionada para los Derechos del Niño, Maria Lvova-Belova, por la deportación ilegal de niños desde territorio ucraniano.
El objetivo es que se incluya en las órdenes su responsabilidad por obstaculizar la repatriación de los infantes.
Hasta el momento no ha habido reacción, afirmó Rashevska.
Aunque se explica en parte por el enfoque del tribunal en sus cuestiones presupuestarias, el silencio también demuestra “una cierta reducción del interés” en la cuestión, ya que el foco de atención ha girado a la guerra en Oriente Medio.
Rashevska insiste en que las iniciativas esporádicas sobre el retorno de niños ucranianos por parte de Catar, el Vaticano o Unicef deben ser reemplazadas por un mecanismo internacional único.
Una resolución de la Asamblea General de la ONU, que definiría las obligaciones de Rusia para garantizar el regreso de los niños ucranianos y su reunificación con sus familias, es el núcleo del enfoque sugerido por el Centro Regional de Derechos Humanos.
Esta estrategia debería complementarse con una serie de acuerdos entre Ucrania y los países mediadores, por un lado, y entre los países mediadores y Rusia, por el otro.
“Estos niños no tienen tiempo. Rusia no quiere niños ucranianos. Quiere nuevos ciudadanos rusos”, subraya Rashevska.
Los niños ucranianos bajo presión en Rusia
“Los rusos no tienen previsto devolver a nuestros niños”, coincide Gerasimchuk, quien también apoya la idea de “un mecanismo único” para el retorno de los menores.
“Los rusos tienen una clara política genocida hacia los niños ucranianos”, afirmó en una conferencia de prensa el jueves en Kiev.
Según Gerasimchuk, los niños ucranianos deportados son tratados de manera coordinada en varios “campamentos de vacaciones” en toda Rusia.
Después de un breve período de descanso en el que se les ofrece una serie de actividades de entretenimiento, se les pone en contra de sus padres y Ucrania y se les dice que es demasiado peligroso volver allí y que sus padres no los necesitan.
Aquellos que se resisten pueden ser aislados del resto de los niños o trasladados a otros campamentos, como forma de presión, indicó Gerasimchuk.
En algunos casos, los niños estresados son internados durante días en una clínica psiquiatra o en lo que parece “una celda de aislamiento”, dijo a su vez a EFE Rashevska.
Los adolescentes que cumplen 18 años corren el riesgo de ser movilizados en el ejército ruso.
Decenas de miles de niños esperan el regreso a casa
A falta de un mecanismo único de repatriación, la difusión de este tipo de casos suele ser decisiva para convencer a Rusia de que debe desistir, subrayó.
La abogada recuerda el caso de Bogdan Ermojin, un joven de 17 años deportado de Mariúpol. Fue citado a un centro de reclutamiento militar en Rusia poco antes de cumplir 18 años, tras varios intentos fallidos de huir a Ucrania.
Finalmente se le permitió regresar a Ucrania después de que su caso se hiciera ampliamente público.
EFE