Los peronistas se debaten entre el enojo, la decepción y el estupor luego de que el martes saliera a la luz la denuncia que hizo Fabiola Yáñez ante un juez federal, en la que sostuvo que sufrió golpizas en manos de Fernández. Los hechos habrían ocurrido en varias ocasiones durante su mandato entre 2019 y 2023.
Yáñez «llamó al (juez) doctor Julián Ercolini y le dijo ‘quiero realizar una denuncia penal, quiero denunciarlo por el delito de los golpes que he recibido de parte de él y por las amenazas que vengo sufriendo'», refirió el abogado de la demandante, Juan Pablo Fioribello, al canal La Nación +.
Según medios locales, el juez Ercolini decidió prohibirle al expresidente la salida del país y ordenó «medidas de restricción y protección».
La denuncia surge a partir de la filtración a la prensa de mensajes entre Yáñez y la secretaria privada de Fernández, María Cantero, en donde la entonces primera dama le habría contado acerca de agresiones recibidas por parte del exmandatario. Incluso habría incluido material fotográfico.
Fernández negó los hechos denunciados a través de un comunicado y sostuvo que aportará pruebas de su inocencia ante la justicia; se espera que en los próximos días la exprimera dama realice una declaración más ampliada.
Después de varios días de silencio, Cristina Fernández de Kirchner, vicepresidenta durante el mandato de Fernández y mandataria en dos periodos sucesivos, apuntó el viernes en contra de su antiguo socio político, al que ella misma eligió para regresar al poder y con quien terminó enfrentada durante la gestión.
Fernández de Kirchner hizo referencia a las imágenes que algunos medios difundieron en las últimas horas, en las que se ve el rostro y uno de los brazos de Yáñez con marcas de lo que serían golpes. La política afirmó en su cuenta de X que los “hematomas en su cuerpo y rostro junto a los chats publicados no sólo muestran la golpiza recibida, sino que delatan los aspectos más sórdidos y oscuros de la condición humana”.
En el largo post, Fernández de Kirchner también dijo que “permiten comprobar, una vez más y dramáticamente, la situación de la mujer en cualquier relación, se desarrolle ésta en un palacio o en una choza”.
La máxima referente del Kirchnerismo —corriente de izquierda del peronismo—dijo además que ella misma ha sido objeto “de las peores violencias verbales y políticas, hasta la máxima experiencia de violencia física», y mencionó el intento de asesinato que sufrió en 2022.
Una denuncia «gravísima»
Axel Kicillof, gobernador de la provincia de Buenos Aires y otra figura de peso del peronismo, consideró que la denuncia de Yáñez es “gravísima» y confesó que «todos” en en ese espacio están «muy shockeados por esta situación, esperando que actúe rápidamente la justicia”.
Desde que las acusaciones de Yáñez, de 43 años, salieron a la luz, Fernández, de 65, no se ha mostrado públicamente, se conoce que se encontraría recluido en el departamento en donde reside en Buenos Aires, acompañado de algunos allegados íntimos, aislado del grueso de sus correligionarios.
El exmandatario está impedido de salir del país y contactarse con su expareja por orden del juez federal Julián Ercolini.
Causa paralela
Los mensajes fueron descubiertos, explicó el abogado de la demandante, Juan Pablo Fioribello, en el marco de otra causa que también lleva adelante Ercolini y que investiga presuntos hechos de corrupción cometidos en la gestión de Fernández, para la cual se hizo un peritaje del celular de Cantero, de donde saldrían los mensajes.
Ercolini investiga un posible tráfico de influencias en favor de un productor de seguros cercano a Fernández, Héctor Martínez Sosa. Así, el juez habría descubierto mensajes y fotografías que narran agresiones, por lo que citó, en julio, a una audiencia para notificar a Yáñez al respecto, pero ella decidió no hacer ninguna denuncia en ese momento.
Fioribello, quien también es abogado de Alberto Fernández en otras causas, dijo que se reunió con el expresidente y que este le dijo que jamás había golpeado ni a Yáñez ni a ninguna otra mujer, aunque sí admitió que habían tenido discusiones fuertes.
Yáñez, de 43 años, y Fernández, de 65, fueron pareja durante todo el mandato de este último y tuvieron un hijo en 2022, Francisco. Actualmente están separados, Yáñez vive en Madrid con su hijo y Fernández en Buenos Aires.
Durante la gestión de Fernández, Yáñez ofició como titular de la Fundación Banco Nación y no tuvo un papel protagónico en los medios de comunicación, de los cuales formó parte antes de convertirse en primera dama, cuando oficiaba como periodista en diferentes programas de televisión.
No es la primera polémica que protagoniza la expareja presidencial, que también se vio envuelta en el escándalo de «la foto de olivos»: donde Fernández y Yáñez son vistos con varias personas en un festejo de cumpleaños cuando estaban prohibidas las reuniones por la pandemia de COVID-19.
Yáñez denunció a Fernández dos días después de que salieran a la luz presuntos chats que intercambió en el teléfono móvil con María Cantero, secretaria privada del exmandatario.
El presidente Javier Milei se pronunció en torno al escándalo. “La solución para la violencia que ejercen los psicópatas contra las mujeres no es crear un Ministerio de la Mujer, no es contratar miles de empleados públicos innecesarios, no son los cursos de género y definitivamente tampoco es adjudicarle a todos los hombres una responsabilidad solo por el hecho de ser hombres. Décadas de estudios científicos son prueba de ello. La única solución para bajar el delito es ser duros contra quienes los cometen”, afirmó Milei.
FUENTE: Con información de AP y AFP