MIAMI. Mañana sábado a las 9:00 horas se realizará la Audiencia de Restitución del Embajador Víctor Manuel Rocha en la Corte del Distrito Sur de la Florida, presidida por la Jueza Beth Bloom. La posición del Departamento de Justicia es alarmante especialmente por afirmar que la única parte dañada por las acciones de Rocha es el gobierno de los Estados Unidos, y que no habría justificación para pedir compensación para sus víctimas, que se encuentra cooperando con las autoridades y que no se declaró culpable de espiar para el gobierno de Cuba.
El Embajador Víctor Manuel Rocha se declaró culpable de los cargos 1 y 2 de la acusación el 12 de abril del 2024 en el acuerdo de culpabilidad al que llegó con el gobierno de los Estados Unidos, el cual “lo acusó de conspiración para actuar como agente de un gobierno extranjero y conspiración para defraudar a los Estados Unidos y actuar como agente de un gobierno extranjero sin avisar a las autoridades como requiere la ley”.
El acuerdo de culpabilidad es preocupante ya que no tuvo que declararse culpable de espionaje o de conspiración para cometer espionaje a pesar de las evidencias reunidas por el FBI. El Centro por una Cuba Libre monitorea la situación de los derechos humanos en Cuba, y considera que el señor Rocha ha causado bastante daño a los cubanos.
Las autoridades federales llevan a cabo una investigación confidencial para determinar los daños causados por Rocha “que puede tomar años en ser completado”, de acuerdo a reportes de la prensa. Si es este el caso, ¿cómo pueden los abogados del Departamento de Justicia asegurar que sólo el gobierno resultó afectado?
Desgraciadamente, como lo demuestran los hechos históricos, cuando Washington trata de pasar la página y olvidar algunos de estos delitos terribles, el problema no termina. Gerardo Hernández fue encontrado culpable de espionaje y conspiración para cometer asesinato en el caso de los cuatro miembros de la organización Hermanos al Rescate en 1996; el Presidente Obama le conmutó la sentencia en el 2014, y rápidamente regresó a Cuba. Hernández es ahora el Coordinador Nacional de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), que tiene la función de monitorear los vecindarios y espiar a los cubanos en la isla. Fue además nombrado el 17 de diciembre del 2020 al Consejo de Estado, el cuerpo de 31 miembros que controla la vida diaria de los cubanos en Cuba.
Hay indicaciones de que Rocha estaba asesorando al régimen de La Habana en el 2012 cuando ocurrió el asesinato de Oswaldo Payá Sardiñas y Harold Cepero, y en 1996 cuando las avionetas de Hermanos al Rescate fueron derribadas en espacio aéreo internacional.
¿ Qué hubiera ocurrido a las personas que trabajan para los Estados Unidos en Cuba y en otros lugares si hubiesen sido descubiertas por Rocha, no hubiesen sufrido enormemente?
En el video subtitulado de la reunión con el agente encubierto del FBI Rocha se jactaba diciendo: “Ellos subestiman lo que podemos hacerles. Hicimos más de lo que ellos pensaron y la Dirección sabe ‘lo que Rocha hizo’ (…) lo que hemos hecho… es enorme… más que un gran golpe”.
La Habana recolecta información de inteligencia para venderla a países y grupos terroristas que son enemigos de los Estados Unidos. La dictadura cubana también utiliza a estos espías en operaciones de influencia que impulsen sus objetivos políticos y económicos en los Estados Unidos e internacionalmente, y para dividir, desacreditar, y asesinar a sus opositores dentro y fuera de Cuba.
“El régimen cubano logró burlar efectivamente la seguridad nacional de los Estados Unidos, asesinar a cubanos y estadounidenses mientras el Embajador Rocha ocupaba su puesto en el gobierno estadounidense. Demasiadas personas continúan subestimando el peligro que significan las acciones de La Habana aparte de lo que el Embajador Rocha haya podido declarar, y esto se refleja en la forma en la que el Departamento de Justicia ha tratado a este traidor. Esperamos que en el Senado y el Congreso que tienen la función de supervisar al Departamento de Justicia surjan preguntas sobre el caso de Rocha”, afirmó desde Washington John Suárez, Director Ejecutivo del Centro.
FUENTE: Centro por una Cuba Libre