CARACAS.- La negligencia, ineficiencia y corrupción dentro del chavismo agravan los embates de la naturaleza en Venezuela. Este es el caso de Cumanacoa, un pequeño pueblo en el oriente del país, en el que el paso del huracán Beryl dejó al menos seis muertos, además de considerables daños materiales.
La comunidad, ubicada al suroeste del estado Sucre, se vio afectada los primeros días de julio por los embates de la naturaleza, que ocasionó una tragedia peor a la registrada en agosto de 2012, cuando Hugo Chávez seguía con vida.
Hace 12 años, este pequeño pueblo agricultor sufrió los coletazos de la tormenta tropical Isaac, que ocasionó dos muertos, 400 familias afectadas y 35 damnificadas, tras el desbordamiento del río Manzanares, que cruza la ciudad de Cumaná, capital del estado oriental, de sur a norte.
El chavismo aprobó recursos “para Cumanacoa”
Tras los destrozos ocasionados por la tormenta Isaac, Chávez visitó Cumanacoa en compañía de Diosdado Cabello, y de Tarek El Aissami, entonces ministro de Interior y Justicia, hoy preso por la trama de corrupción PDVSA-Cripto que asciende a 23.000 millones de dólares.
En esa época, el gobernante aprobó casi 20 millones de dólares para la reconstrucción de viviendas lejos del río Manzanares, la construcción de un muro de contención y de un acueducto, además de la reparación de los daños ocasionados por la naturaleza.
Tres meses después, Chávez, en una “autocrítica dura”, reconocía en cadena nacional que ninguno de los recursos aprobados fueron usados en beneficios de la comunidad y exigía establecer responsabilidades.
“Esta es una autocrítica dura. Yo pido excusas al pueblo de Cumanacoa (…) Nada de eso se ha invertido, ni un centavo. ¿Te das cuenta de la gravedad de eso, Jorge (Rodríguez, actual presidente del Parlamento)? ¿Te das cuenta de la gravedad de eso, Nicolás (Maduro, entonces vicepresidente)? A mí me da dolor y vergüenza”, denunciaba públicamente.
Se repite una tragedia
Hoy la “vergüenza” de Chávez sería mucho mayor. 12 años después no solo no se invirtió ni un centavo en Cumanacoa ni se determinaron responsabilidades para quienes manejaron los recursos aprobados, sino que ocurrió una tragedia similar, pero con daños mayores.
El 2 de julio de 2024, el río Manzanares, aquel que iba a ser drenado, en el que iban a construir un acueducto y en donde se iba a hacer un muro de contención, se volvió a desbordar. En esta oportunidad, cobró la vida de al menos seis venezolanos, afectó a casi 29.000 ciudadanos, destruyó al menos 360 viviendas y causó daños parciales en casi 8.000.
“Cumanacoa y el municipio Montes van a renacer. Vamos a limpiar todo, a recuperar, a reconstruir. Casa por casa hay que recuperar. Esto tiene que ser un modelo especial de recuperación. De esta vamos a salir bien y rápido”, decía ahora Maduro, el mismo que estaba encargado en 2012 de garantizar la reconstrucción de la comunidad.
«La tragedia se pudo evitar»
La ONG Caleidoscopio Humano responsabilizó al régimen chavista de la nueva tragedia que sufrió Cumanacoa, por la falta de políticas públicas preventivas y por el desvío de los recursos aprobados hace 12 años para minimizar los riesgos futuros.
“La tragedia de Cumanacoa se pudo evitar con los muros de contención que no se construyeron, con las viviendas alejadas del caudal del Manzanares, con la canalización oportuna del río y sus afluentes. Lamentablemente, Cumanacoa no solo es víctima de la naturaleza, también lo es de un Estado que no tiene ningún plan de respuesta y que, además, no ejecutó las obras y acciones que permitieran que los miles de familias cumanacuenses, hoy pudiesen dormir en sus casas y con tranquilidad”, subrayó.
FUENTE: Con información de redes sociales