MIAMI. – Apoyado en todos los recursos del Estado y utilizando mensajes de odio para imponer terror, el dictador Nicolás Maduro y las entidades afines a su régimen, después de un intenso proceso electoral en el que una inmensa mayoría de los electores venezolanos salieron a ejercer el voto, se impuso para permanecer en el poder en Venezuela, según las cifras oficiales emitidas por el Consejo Nacional Electoral, CNE.
De acuerdo con el CNE, Nicolás Maduro obtuvo un 51.2% de los votos, superando a su rival más cercano, el candidato opositor Edmundo González Urrutia, que según el arbitro electoral al servicio de la dictadura obtuvo el 44.2% de las papeletas.
“Luego de solventar una supuesta agresión al sistema electoral, habiendo llegado al 80% de transmisión marca una tendencia irreversible y con una participación del 59%, Nicolás Maduro Moro, obtuvo 5.150.092 votos con un 51.20%», según señaló el rector principal del CNE, Elvis Amoroso.
Tras la larga espera, el
El dictador, que impidió que la líder opositora María Corina Machado estuviese en la carrera presidencial, asumirá un tercer período.
Maduro quedó al frente del país en 2013 luego de que Hugo Chávez lo designara como su sucesor meses antes de morir. Para esa designación se obvió lo estipulado en la Constitución vigente que establecía la asunción del presidente de la Asamblea Nacional (Parlamento) al frente del país, en caso de ausentarse el presidente. El presidente en aquel momento era quien luego se ha mantenido como número dos del oficialismo, Diosdado Cabello. Después, al convocar elecciones en las que Maduro se midió en la urnas con Henrique Capriles Radonski, el chavismo fue acusado de fraude y de haberse robado las elecciones para que Maduro permaneciera en el poder.
El primer periodo de ese mandato de Maduro estuvo marcado por protestas que dejaron más de un centenar de muertos y un éxodo masivo que actualmente se acerca a los ocho millones de venezolanos. Por estos hechos, calificados de crímenes de lesa humanidad, Maduro enfrenta un proceso en la Corte Penal Internacional.
En 2018, en otro proceso electoral diseñado por el chavismo, Maduro igualmente se autoproclamó ganador y la falta de garantías llevó a la comunidad internacional, más de 50 países entre ellos Estados Unidos, a desconocer a Maduro como presidente.
Para estos comicios no ha sido diferente. El pueblo venezolano amparado en las leyes siguió las normas que rigen un proceso electoral, mientras, en los meses de campaña Nicolás Maduro aprovechó en todo lo posible su estatus de poder: inhabilitó figuras como María Corina Machado, impidió la inscripción de candidatos, utilizó los medios para difundir matrices de opinión, negó la entrada al país de observadores internacionales y cometió todo tipo de desmanes.
Además de impedir competir a María Corina Machado, quien tiene un mayor respaldo de la población, ha usado recursos del Estado para promocionar su mensaje de odio. También impidió, como en ocasiones anteriores, que observadores de organismos e instituciones dieran fe del proceso electoral.