QUITO.- El gobierno de Ecuador se encuentra en el centro de un debate nacional tras anunciar que planea aumentar próximamente el precio de la gasolina, como consecuencia de la eliminación de subsidios estatales. Esta decisión, revelada por el ministro de Economía, Juan Carlos Vega, generó una fuerte respuesta por parte de diversos sectores de la sociedad que han programado manifestaciones para expresar su rechazo.
Vega adelantó que el aumento estimado sería de aproximadamente 0,25 centavos por galón de gasolina extra, lo que elevaría su precio de 2,46 a 2,71 dólares. A pesar de no especificar una fecha exacta para este cambio, el ministro aseguró que la eliminación del subsidio es inminente.
Ante esta situación, el gobierno propuso compensaciones específicas para transportistas que dependen de la gasolina extra y ecopaís (85 octanos), con el fin de mitigar el impacto económico en este sector. Sin embargo, estas medidas no han sido suficientes para calmar las preocupaciones de la población.
Organizaciones indígenas y sindicatos reaccionaron con firmeza, realizando protestas en Quito para oponerse a los aumentos previstos. Nelson Erazo, presidente del Frente Popular, declaró que «cuando sube la gasolina, sube todo», enfatizando el impacto generalizado que tendría esta medida en el costo de vida.
El subsidio actual a la gasolina extra y ecopaís representa un gasto anual de aproximadamente 644 millones de dólares para el Estado. Según Vega, unos 85.000 taxis, camiones y tricimotos no se verán afectados gracias a una compensación que se implementará para evitar un aumento en las tarifas de transporte público.
Esta situación no es nueva para el país. En 2018, el entonces presidente Lenín Moreno liberalizó el precio de la gasolina súper (92 octanos). Su sucesor, Guillermo Lasso, también intentó aumentar los precios de la nafta extra, provocando la oposición de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), que desempeña un papel crucial en la historia política del país.
Algunos críticos argumentan que la eliminación de los subsidios es una condición impuesta por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que recientemente aprobó un crédito de 4.000 millones de dólares para Ecuador. No obstante, el gobierno negó esta afirmación, insistiendo en que la decisión responde a la necesidad de ajustes económicos internos.
FUENTE: Con información de AFP