Estados Unidos pagará los vuelos y ofrecerá otro tipo de ayuda a Panamá para expulsar a los migrantes en virtud de un acuerdo firmado este lunes entre los dos países.
Según la Casa Blanca, estos esfuerzos para enviar a algunos migrantes de regreso a sus países de origen ayudarán a disuadir la migración irregular hacia la frontera sur de Estados Unidos, y dificultarán el enriquecimiento de las redes de contrabando.
Marcela Escobari, Asistente Especial del Presidente Biden, dijo en una rueda de prensa:
“Con el anuncio esperamos transmitir un mensaje contundente a cualquiera que busque protección o nuevas oportunidades económicas que utilicen vías legales, ordenadas y seguras en lugar de poner sus vidas en peligro.”
Además de apoyar a Panamá con equipos, transporte y logística, Estados Unidos entrenará a funcionarios panameños para que puedan determinar cuáles inmigrantes podrían ser expulsados del país.
El nuevo presidente del país centroamericano, José Raúl Mulino, ha prometido en su inauguración cerrar el peligroso Tapón del Darién utilizado, solo en 2023, por más de 500 mil personas que viajan hacia Norteamérica.
“No permitiré que Panamá sea un camino abierto para miles de personas que ingresan ilegalmente a nuestro país, apoyados por una organización internacional relacionada con el narcotráfico y la trata de personas”.
Más de 190.000 personas han cruzado el Tapón hasta ahora en 2024, la mayoría de ellos procedentes de Venezuela, Ecuador, Colombia y China.
Los datos de los últimos días muestran que los cruces de indocumentados en la frontera sur de Estados Unidos han caído a su mínimo en tres años, marcando el nivel más bajo en la presidencia de Joe Biden, después de que firmara un decreto que limita la inmigración allí en junio.
Los vuelos de repatriación deberían empezar en las próximas semanas. Sin embargo, la Casa Blanca no especificó cuál será la frecuencia de estos aviones. Además, no se especificó cuántos migrantes serán repatriados cada mes.