GETTY IMAGES / El último año bisiesto fue 2020, pero no siempre es cada cuatro años.
Este año va a durar 366 días en lugar de los tradicionales 365 porque es bisiesto.
Por BBC
Cada cuatro años vemos esta anomalía en nuestros calendarios, pero ¿por qué existen los años bisiestos y desde cuándo?
Para responder estas incógnitas debemos trasladarnos a la Antigua Roma, hace más de dos milenios, cuando se descubrió que el calendario no estaba del todo alineado con el año solar.
Se trata inicialmente de una idea de Julio César, quien le pidió al astrónomo alejandrino Sosígenes que le ayudara a crear una alternativa al calendario romano más apegada a la realidad y a la rotación de la Tierra.
Nuestro planeta no solamente tarda 365 días en dar una vuelta al Sol sobre su órbita como algunos piensan, sino 5 horas, 48 minutos y 56 segundos más.
Por eso Sosígenes propuso un calendario, extremadamente similar al de los egipcios, que tenía 365 días con un día adicional cada cuatro años para así alinearse con el año solar.
Así nació el calendario juliano, bautizado en honor a su propulsor.
¿Un día adicional el 24 de febrero?
Sin embargo, este sistema también tenía algunos problemas por lo que fue reemplazado progresivamente por el calendario gregoriano desde 1582, y es el que nos rige en la actualidad.
Como el calendario juliano exigía un día adicional cada cuatro años, los romanos decidieron este sería en febrero, que en ese entonces era el último mes del año.
El nombre bisiesto proviene del latín “ante diem bis sextum Kalendas Martias”, (sexto día antes de las calendas de marzo en español), es decir el 24 de febrero. Como la frase era un poco larga se terminó resumiendo en “bis sextus”: bisiesto en nuestra lengua.
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