Los ataques que los rebeldes hutíes vienen realizando contra buques que se dirigen al Canal de Suez están obligando a las navieras a utilizar otras rutas comerciales. / GETTY IMAGES
Se puede ver exactamente dónde impactó el dron. Solo hay que buscar las espantosas marcas negras que manchan la pintura blanca del barco.
Por BBC Mundo
El pasado 17 de enero, el MV Genco Picardy, un granelero de propiedad estadounidense, se convirtió en la última víctima de los ataques de los hutíes contra embarcaciones comerciales que navegaban por el mar Rojo: una de las rutas marítimas más transitadas del mundo es ahora seguramente la más peligrosa.
Desde noviembre, el grupo rebelde yemení ha atacado a los buques que pasan por el estrecho de Bab al Mandab, un canal de 32 kilómetros de ancho que separa el noreste de África de Yemen, en la Península Arábiga.
Los insurgentes afirman estar apuntando a barcos con conexiones con Israel como represalia a la guerra en la Franja de Gaza.
Hasta ahora han utilizado de todo, desde secuestradores fuertemente armados hasta misiles y drones.
Para los marinos atrapados en el caos, debe ser aterrador. Por ejemplificar: un petrolero puede transportar alrededor de un millón de barriles de crudo altamente inflamable.
La tripulación del MV Genco Picardy, que transportaba roca fosfórica, resultó ilesa y pudo extinguir el incendio provocado por el dron incendiario.
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