Una vista general muestra la votación de la Cámara de Representantes de EEUU sobre un nuevo Presidente de la Cámara en el Capitolio el 18 de octubre de 2023 en Washington, D.C.
La Cámara de Representantes de EE.UU. aprobó este jueves un presupuesto de defensa para este año fiscal de 886.000 millones de dólares que no incluye las demandas de los republicanos radicales en contra del aborto y los derechos LGTB en el Ejército.
La ley de Autorización de Defensa Nacional (NDAA, en inglés), que prevé un aumento salarial para los militares y nueva ayuda para Ucrania, fue avalada con 310 votos a favor y 118 en contra.
El presupuesto del Pentágono para el año fiscal 2024 ya recibió el miércoles la luz verde del Senado, por lo que solo falta que sea ratificado por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para su entrada en vigor.
El texto supone un aumento de 28.000 millones de dólares en el presupuesto para las Fuerzas Armadas de Estados Unidos en comparación con el año fiscal 2023.
La iniciativa fue aprobada tras meses de intensas negociaciones entre demócratas y republicanos.
El ala más radical del Partido Republicano exigía la inclusión de enmiendas para prohibirle al Pentágono que subvencione a los militares viajes para abortar en los estados donde esta práctica está permitida o para someterse a tratamientos de reasignación de género.
El presupuesto incluye un aumento del 5,2 % del salario para los militares, al igual que entrega el financiamiento necesario a los diferentes programas del Pentágono.
Entre ellos, incluye 11.500 millones de dólares para combatir la influencia de Pekín en el mar de la China Meridional y 800 millones de dólares para Ucrania.
Sin embargo, la mayor parte de ayuda militar para el Gobierno de Kiev sigue estancada en el Congreso, donde los republicanos mantienen bloqueado un paquete presupuestario de urgencia enviado por Biden.
Ese paquete es de 106.000 millones de dólares y contempla partidas de 61.000 millones para Ucrania y 15.000 millones para Israel, pero los republicanos exigen aplicar una política migratoria más restrictiva a cambio de su aprobación.
EFE