El lunes, el bitcóin experimentó una notable caída en su valor, descendiendo por debajo de los 50.000 dólares, de acuerdo con información proporcionada por CoinDesk. Este descenso, que superó el 17 % en tan solo un día, no se había observado desde febrero.
Además, datos de la criptobolsa Binance revelaron que la criptomoneda se cotizó a 49.499,98 dólares a las 06:25 (hora GMT) de este 5 de agosto, lo cual indica una reducción del 18,60 % en las últimas 24 horas.
Paralelamente, el índice bursátil Nikkei 225 de Japón sufrió una caída del 10 %, arrastrando consigo a otros mercados asiáticos. Este declive impactó significativamente a grandes corporaciones japonesas; por ejemplo, las acciones de Toyota Motor y Honda Motor disminuyeron un 11 % y un 13,4 %, respectivamente. Además, Tokyo Electron y Mitsubishi UFJ Financial Group vieron caídas del 15,8 % y 18,4 %, respectivamente.
Expertos en el área financiera atribuyen esta venta masiva de bitcoines y otras criptomonedas a una caída más general en los mercados financieros, impulsada por preocupaciones sobre una posible recesión global y tensiones crecientes en el Medio Oriente. Estas circunstancias han exacerbado los temores de que la economía de Estados Unidos podría estar en una situación peor de lo previsto.
El aumento del desempleo y la incertidumbre en EE.UU. se hicieron evidentes el viernes, cuando el último informe del Departamento de Empleo mostró una adición de 114,000 empleos en julio, cifra inferior a los 175,000 que habían anticipado economistas del London Stock Exchange Group. Así, la tasa de desempleo en el país aumentó al 4,3%, pese a las expectativas de que se mantendría en el 4,1%.
El índice Nasdaq fue el primero de los tres principales en entrar en territorio de corrección tras este informe, con un retroceso de más del 10% respecto a su máximo histórico. Mientras tanto, el S&P 500 y el Dow se ubicaron un 5,7% y un 3,9% por debajo de sus respectivos máximos históricos.
La semana pasada, la Reserva Federal sostuvo una reunión para discutir políticas monetarias, manteniendo la tasa de interés objetivo entre el 5,25% y el 5,5%, el nivel más alto en 23 años. Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, sugirió que un recorte en las tasas podría ser considerado en la reunión de septiembre del Banco Central. «La pregunta será si la totalidad de los datos, la evolución de las perspectivas y el balance de riesgos son coherentes con una creciente confianza en la inflación y el mantenimiento de un mercado laboral sólido», explicó. «Si se supera esa prueba, una reducción de nuestra tasa de referencia podría estar sobre la mesa ya en la próxima reunión en septiembre», concluyó.