El intenso temporal de viento y lluvia que golpea el centro y sur de Chile dejó hasta ahora casi un millar de personas afectadas, centenares de viviendas dañadas y rutas cortadas por inundaciones y crecida de ríos, por lo que el gobierno decretó zona de catástrofe en una de las regiones más golpeadas.
De acuerdo con un saldo en la mañana del miércoles del Servicio Nacional de Prevención de Desastres (Senapred), las regiones más azotadas por el frente son Ñuble, Biobío y Araucanía, que concentran la actividad forestal del país, en las que ha habido cortes de rutas, deslizamientos de tierras y suspensión de las clases.
La autoridad meteorológica prevé que en la semana continúen los fuertes vientos y lluvia en las tres regiones, donde también hay actividad agrícola, y que el temporal se extienda al norte, a la capital Santiago y hasta la región de Coquimbo, pero sin llegar al norte minero.
La noche del martes, el gobierno decretó zona de catástrofe en toda la región del Biobío, donde viven más de 1,5 millones de personas, para agilizar la atención de la emergencia «particularmente en la contratación de servicios y compra de bienes para ayudar a las personas afectadas», dijo el viceministro del Interior, Manuel Monsalve.
El regulador minero Sernageomin, por su parte, prevé que hay posibilidades entre moderadas y muy altas de deslizamientos de tierras en zonas costeras y en cordillera entre las regiones de Coquimbo y Los Ríos, entre el centro norte y sur del país.
La actividad cuprífera de Chile, mayor productor global del metal rojo, se concentra en el extremo norte de la nación sudamericana, pero hay minas en la zona central. Durante un reciente temporal en mayo, estas siguieron funcionando.
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