BOGOTÁ. – La Fundación Paz & Reconciliación (Pares) registró que 70% de los casos de violencia machista en la frontera entre Colombia y Venezuela ha sido contra menores de edad.
Así lo señaló la organización en el informe «Cuerpos para la Guerra: Reclutamiento Forzado y Violencias Basadas en Género en la frontera colombo-venezolana”, presentado el viernes 18 de octubre.
«En el caso del departamento de Arauca y la zona fronteriza del Alto Apure venezolano, la información que proporciona la Defensoría de Colombia, indica que es el segundo departamento con más casos de reclutamiento con un total de ocho casos reportados en lo que va del año solo después del Cauca con 125, el cual lidera las estadísticas con amplio margen sobre el resto del país», señala el informe. El registro corresponde al primer semestre de 2024.
La Fundación Paz & Reconciliación enfatiza que «en zonas con presencia de actores armados con intención de controlar, disciplinar o domesticar la población civil, es común que los roles tradicionales de género ingresen a hacer parte de los comportamientos promovidos por los grupos armados, lo que llega a incrementar la exposición de las mujeres a la violencia».
Destacan que, en esos contextos, se intensifica la violencia basada en género, la cual se acentúa por la migración forzada y el control que los grupos armados ejercen sobre los cuerpos, «perpetuando la violación sistemática de derechos humanos”.
Mujeres migrantes
En el informe de la Fundación Paz & Reconciliación (Pares) se refiere el relato de una lideresa defensoras de víctimas de la frontera, quien señaló que «muchas mujeres jóvenes migrantes venezolanas, buscando resolver la crisis económica de sus familias, son víctimas incautas de prostitución y trata de personas, generadas por mafias o carteles internacionales, que pagan vacuna a la guerrilla, por circular con su ‘mercancía’, a través de los pasos ilegales controlados por los subversivos».
La organización afirma que la falta de mecanismos de protección en el contexto de desplazamiento y la presencia de actores armados ilegales «crean un caldo de cultivo en el que las mujeres son explotadas sexualmente y sometidas a situaciones de abuso extremo».
FUENTE: Fundación Paz & Reconciliación (Pares) de Colombia/ Monitoreamos