Resultados preliminares de las autopsias mostraron restos de cianuro en la sangre de seis huéspedes vietnamitas y estadounidenses que aparecieron muertos en un hotel de lujo en el centro de Bangkok y se creía que uno de ellos había envenenado a los demás por una mala inversión, según dijeron las autoridades tailandesas el miércoles.
Los cuerpos fueron encontrados el martes en el Grand Hyatt Erawan Hotel, un lugar emblemático situado en una intersección del centro de Bangkok con centros comerciales, edificios del gobierno y conexiones de transporte público.
Fueron vistos con vida por última vez cuando se entregó comida en la habitación el lunes por la tarde. El personal del hotel vio a una mujer recibir la comida, e imágenes de seguridad mostraban al resto llegando uno a uno poco después. No hubo otros visitantes, no se vio a nadie salir y la puerta estaba cerrada con llave. Una camarera les encontró el martes por la tarde después de que no abandonaran la habitación como estaba previsto.
Se han detectado restos de cianuro en las tazas y termos que encontró la policía en la habitación, dijo Trairon Piwpan, jefe de la división forense de la policía de Bangkok.
Esto se confirmó más tarde en los resultados iniciales de las autopsias realizadas a los seis cuerpos en el hospital Chulalongkorn de la ciudad. Un escáner no había mostrado indicios de golpes en la cabeza, reforzando la hipótesis del envenenamiento, indicó Kornkiat Vongpaisarnsin, responsable de medicina forense de la facultad de medicina de la Universidad Chulalongkorn.
Los fallecidos eran dos vietnamita-estadounidenses y cuatro vietnamitas, indicó el teniente general de la policía local Thiti Sangsawang, tres hombres y tres mujeres. Tenían entre 37 y 56 años, según Noppasin Punsawat, número dos de la policía de Bangkok. El caso parecía personal y no afectaría a la seguridad de los turistas, señaló.
Dos de los fallecidos, un hombre y una mujer que estaban casados, habían invertido unos 10 millones de bahts (278.000 dólares) con dos de los otros, lo que apuntaba a una motivación económica, dijo Noppasin, que citó información obtenida de familiares de las víctimas. La inversión pretendía construir un hospital en Japón, y el grupo podría haberse reunido para resolver el asunto. La policía dijo que una persona había matado a los demás, sin identificar al sospechoso.
Dos de los cuerpos se encontraron en la salita y dos en la habitación, dijo el jefe de la policía local, el teniente general Thiti Sangsawang. Dos de ellos parecían haber intentado llegar a la puerta pero se derrumbaron antes de conseguirlo.
Noppasin dijo el miércoles que una séptima persona cuyo nombre figuraba en la reserva del hotel era hermano de uno de los muertos y había salido de Tailandia el 10 de julio. La policía cree que la séptima persona no estuvo implicada en las muertes.
Las autoridades han contactado con las embajadas de Vietnam y Estados Unidos y el FBI participa en la investigación, dijo el primer ministro, Srettha Thavisin.
Cuando se le preguntó si la noticia afectaría a una conferencia con el ministro ruso de Energía programada en el hotel el miércoles, Srettha dijo que era improbable. “Esto no fue un acto de terrorismo o una brecha de seguridad, todo va bien”.
Trairong dijo que era improbable que se tratara de un suicidio múltiple porque algunas de las víctimas habían hecho muchos preparativos para su viaje, como guías y conductores. Añadió que el hecho de que los cuerpos estuvieran en puntos distintos sugería que no habían consumido veneno de forma deliberada para esperar a morir juntos.
El vocero del Departamento de Estado de Estados Unidos, Matthew Miller, en Washington, ofreció sus condolencias a las familias de las víctimas. Dijo que EEUU sigue de cerca la situación y mantendrá la comunicación con las autoridades locales.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, habló el martes con su homólogo tailandés, pero Miller dijo que creía que la conversación había ocurrido antes de que se reportaran las muertes y no sabía si el tema había surgido.
Tailandia se vio conmocionada en 2023 por reportes de una asesina serial que había envenenado a 15 personas con cianuro. Sararat Rangsiwuthaporn, o “Yo soy cianuro”, como se la llamó más tarde, envenenó a 15 personas a las que debía dinero y se convirtió en la primera mujer asesina serial del país. Una persona sobrevivió.
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