Hace 3 décadas, el 5 de agosto de 1994, se desató en Cuba uno de los acontecimientos sociales y migratorios más importantes de la historia contemporánea de la isla y la región: la Crisis de los Balseros.
La serie Historias de Balseros, cuya columna vertebral son los testimonios de 30 balseros 30 años después del histórico acontecimiento, pretende ser «un recuento y un análisis serio y a la vez emotivo, sin censuras ni medias tintas, que represente la verdadera voz de los protagonistas del éxodo masivo de 1994», dijo a ENC Luis Leonel León, creador, guionista y director de la serie.
Aunque desde hacía años los cubanos se lanzaban al mar en las embarcaciones que pudieran construir o robarle a la dictadura, las balsas fueron el mayor recurso al que echaron mano para huir de la miseria, el maltrato y la desesperanza en el verano de 1994, en medio del llamado «periodo especial», como bautizó Fidel Castro a uno de los momentos de mayor miseria material y espiritual en la isla.
«La balsa se convirtió, sobre todo desde entonces, en un poderoso símbolo inequívoco, no sólo de la fuga, sino también del descontento y el desprecio popular hacia al régimen comunista impuesto en Cuba desde 1959», expresó León, cineasta y periodista cubano exiliado en Estados Unidos.
Después del hundimiento del remolcador 13 de marzo y las protestas populares ocurridas en La Habana el 5 de agosto de 1994, conocidas como El Maleconazo, Fidel Castro declaró en un reportaje de la televisión nacional que todo el cubano que quisiera irse del país podía hacerlo. «No voy a cuidarle más las fronteras al imperialismo», dijo el dictador con el objetivo de atenuar la crisis nacional producto de su fallido sistema.
Más de 30.000 balseros fueron rescatados en alta mar por guardacostas estadounidenses y trasladados a la Base Naval de Guantánamo, preámbulo de su arribo a una nueva vida. «Nunca en la historia de la humanidad una base militar estuvo tan marcada, como entonces, por el espíritu, la cultura y la esperanza de un pueblo en fuga», aseguró León, fundador del proyecto editorial Colección Fugas y El Nuevo Conservador.
Historias de Balseros se encuentra en la primera fase de producción. La idea de la serie se le ocurrió a León hace una década, «cuando se iban a cumplir los 20 años del éxodo, en el 2014. Yo trabajaba como productor creativo en América TeVé. Fue una época donde los temas políticos relacionados con Cuba y el exilio no tenían para muchos el mismo interés que tienen hoy. Mantengo a varios de los protagonistas iniciales, junto a otros que he encontrado en el camino. Estas historias, como mismo las pensé en aquél momento, hace 10 años, nada tienen que ver con la intención del documental español Balseros, donde los protagonistas son presentados navegando entre fracasos y frustraciones, que no reflejan la realidad de la mayoría de los balseros, que tanto han logrado en Estados Unidos y que tanto han aportado a importantes comunidades como Miami».
León, miembro de la directiva de la Academia de la Historia de Cuba en el Exilio, ha realizado otros proyectos que indagan en la historia de su país y sus exilios. Para Radio Televisión Martí escribió y dirigió Brigada 2506, héroes cubanos (con protagonistas de la invasión a Bahía de Cochinos en 1961), Mariel 40 años (recuento del éxodo de 1980 a través del cual más de 140 mil cubanos salieron de la isla), y 8×8, Mujeres cubanas en busca de la libertad, (testimonios de 8 mujeres disidentes en la isla), entre otras series especiales y documentales.
Su segunda película, Habaneceres (2001), rodada como parte de su graduación de la Facultad de Cine, Radio y Televisión en La Habana, fue seleccionado como el mejor documental del año por la Asociación Cubana de la Prensa Cinematográfica, afiliada a la Fipresci. Es un filme «reflexivo», que «dice mucho allí donde omite, porque se apoya en los gestos y en la forma en que hablan sus entrevistados para completar la ansiedad del período especial, la vida sobreviviente de los 90 en la isla. Esa intuición narrativa del documental lo hace aún más valioso, además de su innegable peso histórico, porque recoge el tono de una época, el dolor colectivo en una ciudad tan peculiar como La Habana”, escribió Grethel Delgado en Diario Las Américas.
Otros de los filmes premiados de León son La gracia de volver, sobre la vida de la Premio Cervantes cubana, la escritora cubana Dulce María Loynaz, y Coro de Ciudad, un documento poético y crítico de su ciudad, casi sin diálogos ni entrevistas, a través de obras de la Novena Bienal de La Habana.
«Historias de Balseros es una producción independiente. Lo primero es terminar de filmar las 30 entrevistas que vertebran el proyecto y que luego serán un libro de no ficción, una especie de paisaje amplio de este fenómeno histórico tan singular y tan elocuente para entender la realidad de los cubanos en ambas orillas. Es un reto. Para terminar de producir y distribuir la serie no estoy buscando cualquier apoyo, sino el apoyo de personas, instituciones y empresas que sientan un verdadero compromiso con el sentido del proyecto. Creo que eso es esencial», expresó el guionista y director.
Publicado originalmente en El Nuevo Conservador.