LA PAZ.- El expresidente de Bolivia, Evo Morales, afirmó que no tiene previsto reunirse con ningún funcionario del gobierno del presidente Luis Arce que este viernes lo invitó a dialogar en un intento por frenar las protestas encabezadas por el exmandatario en contra de la crisis económica, pero que tienen un trasfondo electoral, pues Morales busca impulsar una candidatura presidencial para las elecciones de 2025.
Morales indicó que no ha recibido una invitación formal para una reunión por parte del gobierno de Arce. «Es parte de lo que siempre hablan. No tengo nada que comentar, porque no es oficial», indicó.
El viernes, la ministra de la presidencia de Arce, María Nela Prada, dijo que “invitamos a Evo Morales el viernes a entablar un diálogo para que deje de llevar a su militancia y al pueblo a un enfrentamiento entre hermanos”.
El jueves, Morales volvió a encabezar una marcha junto a un centenar de seguidores en rechazo al «deterioro de la economía» del país y para impulsar su candidatura a la presidencia para las elecciones del próximo año.
La denominada “Marcha para salvar Bolivia” comenzó el martes en la pequeña ciudad de Caracollo y tiene previsto llegar a La Paz este lunes, un recorrido de unos 190 kilómetros.
Morales afirma que la marcha es “una respuesta del descontento del pueblo hacia el gobierno que no hace nada para solucionar la crisis”.
En el primer día de la marcha se registraron incidentes con seguidores del presidente Luis Arce que según las autoridades dejaron 26 heridos.
Morales (2006-2019) busca presionar al Tribunal Supremo Electoral para que acepte su postulación presidencial por el oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), un partido fracturado entre sus partidarios y los de Arce.
Por su parte, Arce acusa a Morales de alentar un golpe de Estado en su contra que busca forzar su renuncia.
Antes de que Morales rechazara la invitación a negociar de Arce, el exministro Carlos Romero, vocero del exmandatario, dijo que “no hay claridad en la invitación y hay el temor de que Morales sea detenido”.
La marcha intensificó la rivalidad entre Arce y Morales por el control del Movimiento al Socialismo (MAS) de cara a las elecciones presidenciales del próximo año y está caldeando el clima político y social del país en medio de una crisis económica que el gobierno de Arce no ha podido sortear, según afirman analistas.
“Este es un problema entre masistas (integrantes del MAS). Que no molesten al pueblo, que solucionen entre ellos sus asuntos, el pueblo tiene otras preocupaciones”, comentó el dirigente vecinal de El Alto, Juan Saucedo.
La figura política de Morales vuelve así a polarizar al país desde la crisis de 2019 cuando renunció luego de unas fallidas elecciones denunciadas como fraudulentas por la Organización de los Estados Americanos (OEA) en las que buscaba una tercera reelección. Las protestas provocaron la muerte de 37 manifestantes entre seguidores y detractores del exmandatario.
FUENTE: REDACCIÓN / Con información de AP