La Superintendencia de Sociedades de Colombia (SuperSociedades) decidió intervenir la empresa estatal venezolana Monómeros, basada en Barranquilla, semanas después de que el presidente Gustavo Petro manifestara su oposición a la posible venta de la compañía de fertilizantes agrícolas.
Según expertos, se trata de una «rencilla» que causará «tensión» entre la dueña de su capital, Venezuela, y Colombia, aunque sin derivar en una ruptura formal de relaciones diplomáticas.
La Superintendencia de Sociedades comunicó este lunes que inició una actuación administrativa para «someter al grado de supervisión denominado ‘control’ a Monómeros Colombo Venezolanos S.A., ante la posible venta de sus acciones, dada la financiación que percibe mayoritariamente por sus vinculados».
«En el escenario de una enajenación de sus participaciones, podría generar y materializar un riesgo de insolvencia”, añadió.
En ese sentido, la SuperSociedades precisó que la medida administrativa no es una toma de posesión ni faculta al organismo para coadministrar la sociedad, que conserva su autonomía con las limitaciones y para los fines indicados en la Constitución.
Para el presidente colombiano Gustavo Petro, la empresa de insumos agrícolas es clave, ya que Monómeros produce el 30 % de la producción nacional y el 80 % de los fertilizantes utilizados por los campesinos en el país. Por tal motivo, lo invitó a «reconsiderar» la venta en la carta enviada a su homólogo Nicolás Maduro la semana pasada.
Desde el anuncio de la medida de control por parte de Colombia, el gobierno de Nicolás Maduro no ha emitido un pronunciamiento oficial.
Desde su asunción al poder, Petro expresó su intención de comprar Monómeros a Venezuela, quejándose de que la autorización por parte del expresidente Iván Duque para que el antichavismo gerenciara la firma había terminado triplicando los precios de los fertilizantes, que su país debía importar, denunció en septiembre de 2022.
Su embajador en Venezuela de entonces, Armando Benedetti, reveló que habían propuesto a Maduro comprarle Monómeros, con sede en Barranquilla.
Colombia tuvo alguna vez en sus manos el 47,24 % de las acciones de Monómeros, pero en 2006 se las vendió a Pequivén, filial petroquímica de la estatal venezolana PDVSA. Así, Venezuela pasó a tener el 100 % de la propiedad de la firma.
Una medida similar de control por parte de la Superintendencia de Sociedades ya había sido aplicada a Monómeros hace dos años, cuando la gerenciaba la oposición venezolana, debido a denuncias de incumplimientos laborales e insolvencias por su dificultad para tener acceso a divisas por las sanciones económicas de EEUU.
La Voz de América consultó a analistas si esta situación en torno a Monómeros podría convertirse en un punto de discordia entre el gobierno colombiano y el presidente Nicolás Maduro.
Rencillas y tensiones
Para el politólogo Carlos Naranjo, la situación de Monómeros, en “principio”, podría interpretarse como un “punto de disputa”. Sin embargo, no cree que la situación escale al punto de distanciar a los dos gobiernos.
“Hay muchas cosas que unen a los dos gobiernos, por lo que no va a pasar de ser simplemente una rencilla que no representará, en el mediano o largo plazo, una ruptura de las relaciones políticas”, explicó Naranjo vía Zoom a la VOA.
“Por supuesto, que el presidente Gustavo Petro se está quejando y sienta una postura, porque la venta de Monómeros representa una seria dificultad para Colombia, que es un país agrícola y la empresa tiene un amplio mercado”, agregó.
Las relaciones entre Colombia y Venezuela han vivido momentos de tensión desde julio pasado, toda vez que Petro se sumó a los presidentes de México y Brasil para exigirle a Maduro que presentara los resultados pormenorizados de la elección presidencial, cuya victoria se le adjudicó oficialmente, y permitiera una verificación independiente de los mismos, lo que no ocurrió.
Este martes, desde Río de Janeiro, Brasil, donde participa en la cumbre del G20, Petro dijo que fue «un error» haber hecho esa votación y que el manejo de los resultados fue «oscuro».
Tensiones para evitar la privatización
Para el especialista en economía y petróleo Antonio de la Cruz, el tema de Monómeros, que pasó de nuevo a control del gobierno de Nicolás Maduro con la llegada al poder del presidente Petro, en 2022, tras restablecer relaciones con Venezuela, deja la situación en un entorno de tensión.
“Genera tensión porque el presidente Petro considera que es importante mantener Monómeros en manos del Estado. Entonces, con esta decisión a través de la Superintendencia, dilata el proceso (de venta) porque tiene que ser consultado. Aquí lo que busca Petro es tiempo para poder negociar la no privatización”, comentó.
Según José Giraldo, geólogo y asesor en desarrollo de negocios de energía y petróleo, lo que está pasando en torno a la empresa productora de insumos agrícolas de capital venezolano es un mecanismo de presión tanto para intentar su compra como para evitar que la compañía sea vendida por Venezuela.
“En este punto, tiene que haber una solución diplomática, porque el tema es de dinero», apuntó el especialista.
«Ya es claro que la decisión de Caracas es vender la compañía y, por parte de Colombia, es evidente que Petro quiere hacerse con la empresa que, en materia de empleo y fertilizantes, representa un ítem clave para el agro colombiano”, concluyó Giraldo.
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