La Federación Colombiana de Fútbol (FCF) acusó el martes a la seguridad privada por el incidente que llevó al arresto de su presidente y su hijo en la final de la Copa América, mientras se disculpó con los organizadores después de escenas caóticas dentro del estadio Hard Rock de Miami.
El presidente de la FCF, Ramón Jesurun, de 71 años, y su hijo Ramón Jamil, de 43, fueron arrestados después de un altercado con personal de seguridad del estadio al término del partido por la final del torneo de selecciones más antiguo del mundo en el que Argentina se proclamó campeón al vencer 1-0 a Colombia.
La FCF dijo que el directivo y sus familiares intentaban llegar a la ceremonia de premiación, pero el personal de seguridad se lo impidieron.
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«Empleados de la seguridad privada del estadio, impidieron el acceso oportuno y directo a la gramilla a la mayoría de integrantes de la delegación colombiana, a pesar de estar debidamente identificados con la escarapela oficial de la organización, lo que generó el reclamo de algunos de manera vehemente», dijo un comunicado de la FCF.
«El presidente de la Federación, Ramón Jesurun impulsado por su instinto paternal, pues uno de los reclamantes y posteriormente reducido por los guardias fue su hijo Ramón Jamil, se apresuró a reclamar por lo sucedido pero terminó desbordado por la situación», explicó.
Jesurun, quien también es dirigente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL), y su hijo quedaron en libertad después de pagar una fianza de 2.000 y 1.000 dólares, respectivamente.
La policía y los organizadores reportaron la detención de 27 aficionados y la expulsión de otros 55 del Hard Rock Stadium de Miami, que contó con la presencia de más de 800 agentes del orden, y en el que se vivieron momentos de caos antes del partido cuando aficionados que no tenían entradas se abalanzaron sobre el personal de seguridad e intentaron entrar por la fuerza.
«Lamentamos como organización rectora del fútbol colombiano este suceso y ofrecemos excusas a los organizadores del certamen, el país anfitrión y a las personas que se vieron afectadas», dijo la FCF.
«Por su parte, el presidente Jesurun lamenta profundamente estos hechos, que jamás debieron ocurrir y que derivaron en una maniobra paternal e instintiva de protección a su hijo y a su familia», concluyó.
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