ARCHIVO – Vista del Puente Ferroviario Internacional de Union Pacific desde detrás de alambre de púas, el viernes 22 de septiembre de 2023, en Eagle Pass, Texas.
El gobierno de Estados Unidos ha cerrado pasos ferroviarios en dos ciudades fronterizas de Texas, lo que ha despertado preocupaciones sobre el impacto potencial que ello tendrá sobre el comercio transfronterizo y los consumidores estadounidenses.
Por VOA
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus iniciales en inglés) anunció el domingo que suspendería temporalmente las operaciones ferroviarias en Eagle Pass y El Paso desde el lunes. No precisó durante cuánto tiempo.
Transportistas y políticos han criticado la medida, la cual cierra dos de los seis sistemas ferroviarios disponibles entre México y Estados Unidos.
“Este tren no para solamente en Eagle Pass. Este tren no afecta solamente a Texas”, dijo el martes en una rueda de prensa Tony Gonzalez, congresista republicano que representa a la región afectada. “Este tren tiene un impacto en todo Estados Unidos, mercancías que van a todo Estados Unidos”.
¿Por qué está sucediendo?
La CBP reportó que hasta 10.000 personas entraron ilegalmente en el país cada día de este mes a través de su frontera suroeste. El cierre de las vías permitirá que los agentes aduaneros apoyen a los atareados agentes de la Patrulla Fronteriza que necesitan detener a los migrantes.
Miles de solicitantes de asilo que han cruzado están durmiendo a la intemperie a lo largo de la frontera mientras aguardan a que los agentes federales los procesen. La mayoría son dejados en libertad con avisos para que comparezcan ante los tribunales de inmigración, los cuales de antemano tienen más de 3 millones de casos aún pendientes.
Las operaciones se modificaron por motivos similares cuando la CBP cerró un puerto de entrada en Lukeville, Arizona, un paso de peatones en San Diego y un puente internacional en Eagle Pass, Texas.
¿Cuál es el impacto económico?
Union Pacific y BNSF son las dos empresas transportistas afectadas por los cierres ferroviarios en Texas. Entre las dos, unos 24 trenes utilizan por lo general los sistemas ferroviarios cada día para mover productos agrícolas, autopartes, vehículos terminados, productos químicos y otros bienes de consumo, de acuerdo con la Asociación de Ferrocarriles Estadounidenses.
Union Pacific estimó que las pérdidas para todas las industrias afectadas —en mercancías, salarios y costos de transporte— superarán los 200 millones de dólares diarios si los cruces en ambas ciudades permanecen cerrados. La empresa dijo que los dos cruces representan el 45 % de sus operaciones transfronterizas y que no puede modificar la ruta de los trenes para que se dirijan a otras vías de acceso.
BNSF no proporcionó una estimación en dólares de las pérdidas, pero dijo que prevé un impacto en los empleados y un significativo “efecto descendente en todo nuestro sistema, ya que luego esos trenes viajan a través de nuestra red de 32.500 millas (52.300 kilómetros)”, de acuerdo con un comunicado compartido con The Associated Press.
¿Qué productos podrían verse afectados?
Cerca de 10.000 vagones de Union Pacific están actualmente parados a ambos lados de la frontera. Algunos de esos vagones contienen autopartes y vehículos terminados.
Los fabricantes de automóviles Ford y Toyota dijeron a la AP que no se verían afectados inmediatamente por los cierres fronterizos, pero Stellantis —fabricante de 14 marcas de automóviles, entre ellas Dodge, Jeep y Chrysler— expresó su preocupación.
“La suspensión de las operaciones ferroviarias en los cruces internacionales entre Texas y México tiene el potencial de afectar significativamente a la producción en las instalaciones norteamericanas de Stellantis, lo que repercutirá rápidamente en nuestra base de suministro estadounidense”, dijo la portavoz Jodi Stinson en un comunicado.
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