El grupo miliciano libanés Hezbolá confirmó este miércoles que Israel mató a un comandante de alto rango en un inusual ataque en el sur de Beirut.
El grupo, respaldado por Irán, había dicho que Fouad Shukur se encontraba en el edificio durante el ataque del martes, y que lo buscaban entre los escombros para determinar cuál había sido su destino.
El anuncio de Hezbolá se produjo después de un ataque lanzado por la noche en Teherán, en el que murió el dirigente de Hamás, Ismail Haniyeh, y del que Hamás e Irán culparon a Israel.
Israel dijo la noche del martes que había matado a Shukur, a quien responsabilizó del ataque con un cohete perpetrado el fin de semana en los Altos del Golán, ocupados por Israel, en el que murieron 12 menores.
Estados Unidos también culpó a Shukur de organizar y planear un ataque con bombas contra un cuartel de la Infantería de Marina en Líbano en 1983, en el que murieron 241 militaress estadounidenses.
El Ministerio de Salud de Líbano señaló que al menos cinco civiles —dos niños y tres mujeres— murieron en el ataque, en un suburbio del sur de Beirut donde Hezbolá mantiene operaciones políticas y de seguridad.
Israel y Hezbolá han intercambiado fuego desde el 8 de octubre, un día después de que Hamás atacó el sur de Israel, desencadenando la guerra entre los israelíes y Hamás en la Franja de Gaza.
Aunque Hezbolá emitió un desacostumbrado deslinde del ataque del sábado en el poblado de Majdal Shams, Israel responsabiliza al grupo. “Hezbolá cruzó una línea roja”, publicó en X el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, poco después del ataque del martes.
Ambos bandos han intercambiado ataques casi a diario durante los últimos 10 meses, en el marco de la guerra en Gaza, pero habían mantenido el conflicto en un bajo nivel con pocas probabilidades de convertirlo en una guerra total.
El Ministerio de Salud Pública de Líbano dijo que el ataque del martes lesionó a 74 personas, algunas de ellas de gravedad. Los heridos fueron trasladados a hospitales cercanos. El hospital Bahman, cerca del sitio de la explosión, solicitaba donantes de sangre.
La Agencia Nacional de Noticias de Líbano informó que el ataque fue llevado a cabo con un dron que disparó tres cohetes.
“El enemigo israelí ha cometido un acto estúpido de gran magnitud, en cuanto a tiempo y circunstancias, al atacar una zona enteramente civil”, declaró el funcionario de Hezbolá Ali Ammar a la cadena de televisión Al-Manar. “El enemigo israelí pagará un precio por ello tarde o temprano”.
El primer ministro interino del Líbano, Najib Mikati, condenó el ataque israelí y señaló que impactó a unos cuantos metros de uno de los hospitales más grandes de la capital.
La oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, no publicó un comunicado de inmediato, pero minutos después del ataque envió una foto del mandatario acompañado por su asesor de seguridad nacional y otros funcionarios.
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