El líder opositor y prisionero político cubano José Daniel Ferrer tuvo que ser hospitalizado con urgencia, tras recibir una golpiza en la prisión de Mar Verde, Santiago de Cuba, denunció en una declaración enviada a DIARIO DE CUBA el Consejo para la Transición Democrática en Cuba (CTDC), que preside Ferrer, también coordinador nacional de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU).
«Acaba de ocurrir lo que hemos venido denunciando, al lado de otros actores de la sociedad civil a lo largo de los últimos años: el coordinador de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) y presidente del Consejo para la Transición Democrática en Cuba (CTDC) ha recibido una brutal paliza en la prisión de Mar Verde, Santiago de Cuba, y ha tenido que ser trasladado de urgencia al hospital de la prisión de Bonito, en la misma provincia», informó el CTDC sin precisar las circunstancias en las que se produjo la golpiza, reseña el portal web Diario de Cuba.
Ana Belkis Ferrer García, hermana del líder opositor, dijo en Facebook haber recibido confirmación de la represalia contra el preso político.
«Exigimos a Raúl Castro, Díaz-Canel y todos los integrantes de esa criminal dictadura que den muestras de vida de Ferrer de manera inmediata. Los hacemos responsables por su integridad física y psicológica, y a su vez les exigimos su libertad y la de todos los detenidos y presos políticos», escribió.
La organización condenó «este acto de violencia, que muestra la deshumanización sistemática de las condiciones en las prisiones de Cuba» y señaló que «nada en el reglamento de prisiones autoriza a los agentes de prisión para el permanente castigo físico al que someten a quienes, como José Daniel Ferrer, no se doblegan ante la injusticia y la humillación por el ejercicio de sus derechos».
El Consejo demandó que la comunidad internacional reclame «con urgencia», ante el atropello que sufren muchas y muchos presos políticos cubanos.
José Daniel Ferrer fue detenido el 11 de julio de 2021, cuando intentó sumarse en Santiago de Cuba a una de las tantas protestas de descontento popular que tuvieron lugar ese día en decenas de ciudades de la Isla.
Tras su arresto, le fue revocada una sanción de cuatro años y 14 días, impuesta en 2020, que cumplía sin internamiento.
Ferrer fue uno de los 75 opositores encarcelados en la Primavera Negra de 2003. En esa oleada represiva fue condenado a 25 años de prisión.
Desde que fue detenido, el prisionero político solo ha tenido derecho a 11 visitas familiares y nueve conyugales, todas bajo control férreo.
Su prisión polítia y las continuas negativas de visitas han generado duras consecuencias psicológicas en su familia, que fueron denunciadas a mediados de octubre por su esposa, la doctora Nelva Ismaray Ortega Tamayo, en un audio enviado al medio estadounidense Martí Noticias.
En septiembre, a través de una carta escrita de su puño y letra, que pudo salir subrepticiamente de la prisión, Ferrer hizo un llamado a la comunidad internacional para que preste más atención a la situación de vulnerabilidad y violación de los derechos humanos de los presos políticos que el régimen de la Isla mantiene en sus cárceles.
Amnistía Internacional, Human Rights Watch, Freedom House, y el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de Naciones Unidas, así como varios Relatores Especiales de ese organismo, entre otros, han denunciado esta situación y exigido su liberación, sin que el régimen cubano les preste ni siquiera la más mínima atención.
También el Gobierno de Estados Unidos y el Parlamento Europeo han reclamado al régimen la libertad de Ferrer y de todas las personas encarceladas por motivos políticos en Cuba.
FUENTE: Con información de Diario de Cuba