El principal jerarca de la Iglesia católica en El Salvador pidió el domingo al gobierno del presidente Nayib Bukele que no derogue una ley vigente desde 2017 que prohíbe de forma absoluta la minería metálica en la nación centroamericana, porque de hacerlo, advirtió, «va a dañar a este país para siempre”.
El arzobispo capitalino, monseñor José Luis Escobar Alas, reaccionó así por primera vez luego de que Bukele se pronunció recientemente a favor de la minería de oro y calificó de absurda una prohibición vigente desde hace siete años para la extracción de metales por ser una amenaza ambiental.
Su exhortación se suma al rechazo formulado por organizaciones ambientalistas a la propuesta del mandatario salvadoreño. Los activistas medioambientales recordaron que la prohibición de la minería metálica fue un triunfo de las organizaciones sociales y de la iglesia salvadoreña.
Con esa norma, El Salvador se convirtió en el primer país en el mundo en prohibir la minería de metales luego de una petición respaldada por sacerdotes católicos. El Congreso consideró esa actividad como una amenaza ambiental debido a la excesiva demanda de agua que exige y al drenaje de metales pesados y de desechos tóxicos como mercurio y cianuro.
Horas más tarde, Bukele defendió su propuesta para la reactivación de la industria minera en el país y pidió confianza a la población, comparando la medida con la ley bitcoin, una de las acciones de su gobierno que ha generado mayor oposición.
“Nosotros no vamos a hacer lo que hicieron los gobiernos anteriores, me disculpan”, puntualizó.
“¿Confían en nosotros en esto? Si lo hacemos mal, pues, nos castigan en las elecciones. Lo vamos a hacer bien y vamos a cuidar el medio ambiente, vamos a mejorar el medio ambiente”, agregó.
El mandatario salvadoreño sostuvo que la minería responsable genera desarrollo, e incluso argumentó que estos ingresos servirían para proteger el medio ambiente.
Monseñor Escobar Alas afirmó en conferencia de prensa que la minería metálica “siempre va a causar daño” y que el mayor perjuicio es cuando es subterránea, porque —explicó— son grandes inyecciones de veneno, de cianuro, que dura cientos de años y “eso va a significar contaminar todos los mantos acuíferos…».
Sin embargo, Bukele —al pronunciarse en favor de la explotación minera en las redes sociales— destacó que toda la riqueza potencial en oro que existe en El Salvador podría equivaler a “3 billones de dólares”, lo que equivaldría, según sus cálculos, a 8.800% del Producto Interno Bruto nacional, que cerró en 2023 en 34.015 millones dólares.
“Somos el único país en el mundo con una prohibición total de la minería metálica, algo que ningún otro país aplica. ¡Absurdo!”, escribió el mandatario en la red social X, antes Twitter.
El arzobispo salvadoreño, que expresó su confianza en que la ley no se revierta, calificó la explotación minera como un saqueo por parte de las empresas internacionales que, según afirmó, se llevan todo y destruyen el medio ambiente.
Insistió en que la población podría verse perjudicada por la contaminación con cianuro, mercurio y otros tóxicos letales, que agudizarán los problemas de salud y muerte prematura de manera irreversible.
“Si ya por la contaminación del agua, causada por los pesticidas (utilizados en la actividad agro-industrial), gran parte de nuestro pueblo sufre insuficiencia renal, sería aún mucho peor el sufrimiento por el grave daño a los demás órganos vitales”, advirtió.
En su plan de gobierno presentado en enero de 2019, durante su primera campaña presidencial, Bukele prometió asumir competencias para lograr “la eficacia” de varias normas, entre ellas, la ley de prohibición de la minería metálica.
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