Al menos 51 personas murieron en la región oriental de Valencia en España tras inundaciones repentinas que arrastraron autos, convirtieron calles de pueblos en ríos y cortaron líneas ferroviarias y autopistas, en el peor desastre natural que ha golpeado a la nación europea en la memoria reciente.
Los servicios de emergencias en la región oriental de Comunidad Valenciana confirmaron la cifra de muertos el miércoles.
Las tormentas del martes provocaron inundaciones en una amplia zona del sur y el este de España. Aguas de color lodo arrastraron vehículos calle abajo a velocidades peligrosas. Trozos de madera flotaban entre enseres domésticos. La policía y los rescatistas utilizaron helicópteros para evacuar a personas de sus casas y autos.
Las autoridades reportaron varias personas desaparecidas la noche del martes, pero la mañana siguiente trajo el impactante anuncio de que se había encontrado muertas a decenas de víctimas.
Se desplegaron más de 1.000 soldados de la Unidad Militar de Emergencias en las zonas devastadas.
“Ayer fue el peor día de mi vida”, dijo Ricardo Gabaldón, alcalde de Utiel, un pueblo en Valencia, a la televisora estatal RTVE. Varias personas aún estaban desaparecidas en su pueblo, añadió.
“Esto era una ratonera, iban coches y contenedores por las calles. El agua llegaba a tres metros”, explicó.
España ha experimentado tormentas otoñales similares en los últimos años, pero nada comparado con la devastación de los últimos dos días.
La cifra de muertos podría aumentar fácilmente, ya que otras regiones aún no han reportado víctimas y los esfuerzos de búsqueda continúan en áreas de difícil acceso. Seis personas seguían desaparecidas en el pueblo de Letur, en la vecina región de Castilla La Mancha, según dijo el alcalde, Sergio Marín Sánchez.
Un tren de alta velocidad con casi 300 personas a bordo descarriló cerca de Málaga, aunque las autoridades ferroviarias dijeron que nadie resultó herido. El servicio de tren de alta velocidad entre la ciudad de Valencia y Madrid quedó interrumpido, así como varias rutas de corta distancia.
El presidente regional valenciano, Carlos Mazón, instó a la gente a quedarse en casa para no complicar los esfuerzos de rescate, ya que el viaje por carretera ya era difícil debido a árboles caídos y vehículos destrozados.
“El barrio está destrozado, están todos los coches uno encima de otro, está reventado literalmente”, dijo por teléfono Christian Viena, dueño de un bar en el pueblo valenciano de Barrio de la Torre. “Está todo siniestro total, está todo para tirar. El barro llega casi a 30 centímetros”.
El gobierno español formó un comité de crisis para ayudar a coordinar las labores de rescate.
Las lluvias habían disminuido en Valencia para el miércoles por la mañana. Sin embargo, se esperaba que las tormentas continúen hasta el jueves, según la Agencia Española de Meteorología.
España aún se está recuperando de una grave sequía este año. Los científicos dicen que los episodios de fenómenos meteorológicos extremos podrían estar relacionados con el cambio climático.
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