Las fuerzas israelíes ampliaron el lunes su operación en la ciudad más grande de la Franja de Gaza, en lo que el ejército describió como un esfuerzo por eliminar a milicianos, e hicieron huir a miles de palestinos de una zona ya castigada en las primeras semanas de la guerra.
Entretanto Hamás advirtió que las operaciones militares israelíes en Ciudad Gaza y el desplazamiento de miles de residentes podrían tener “repercusiones desastrosas” sobre las negociaciones para un cese al fuego y la liberación de rehenes.
El grupo armado dijo en un comunicado este lunes que su líder político Ismail Haniyeh le advirtió a los mediadores de un “colapso” de las negociaciones” y dijo que el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu y el ejército israelí tendrían “la responsabilidad total”.
El comunicado surge días después de que ambas partes parecían haber reducido las brechas en las conversaciones.
La incursión en la zona oriental de la Ciudad de Gaza amplió la intervención israelí en el norte del territorio, una zona que Israel dijo haber controlado hace meses pero donde han resurgido bolsas de resistencia armada que han reducido los avances militares israelíes y desviado fuerzas de vuelta al lugar.
Israel había ordenado evacuaciones en la zona antes de lanzar el asalto, según el ejército.
Los residentes informaron de fuego de artillería y tanques en la zona, así como ataques aéreos. El Ministerio de Salud de Gaza, que tiene un acceso limitado al norte de Gaza, no reportó bajas en un primer momento. La Defensa Civil gestionada por Hamás tampoco dio cifras de bajas en un principio y dijo que los duros combates hacían inaccesible la zona.
La violencia coincide con un momento en que Israel y Hamás parecían estar más cerca que en los últimos meses de acordar un cese el fuego que llevaría una pausa a la guerra a cambio de la liberación de docenas de israelíes retenidos por Hamás en la Franja de Gaza.
Pero aún quedaban obstáculos, incluso después que Hamás aceptó hace unos días renunciar a su demanda crucial de que Israel se comprometa a poner fin a la guerra como parte del acuerdo.
Pero Hamás quiere incluir en el acuerdo que los mediadores “garanticen” que las negociaciones concluirían con un cese el fuego permanente, según dos funcionarios informados sobre las conversaciones.
Israel ha rechazado cualquier compromiso que lo obligue a terminar la guerra mientras Hamás siga intacto, una condición reiterada el domingo por el primer ministro Netanyahu.
La situación fue confirmada este lunes a los periodistas por el portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby.
En una sesión informativa, Kirby dijo que el director de la CIA, Bill Burns, y el enviado de Estados Unidos para Oriente Medio, Brett McGurk, estaban en Egipto, reuniéndose con sus homólogos egipcios, israelíes y jordanos el lunes. Añadió que habrá discusiones de seguimiento en los próximos días.
«Hemos estado trabajando muy, muy duro. Y todavía quedan algunas diferencias entre los dos lados en las posiciones, pero no habríamos enviado un equipo allí si no pensáramos que teníamos una oportunidad», dijo Kirby.
«Estamos tratando de cerrar esas brechas lo mejor que podamos», añadió.
La guerra estalló con un ataque transfronterizo de Hamás el 7 de octubre que mató a 1.200 personas en el sur de Israel, en su mayoría civiles, según autoridades israelíes. Los milicianos tomaron unos 250 rehenes, de los que unos 120 siguen cautivos, se cree que un tercio de ellos ya muertos.
[Con información de AP y Reuters]
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