Una jueza bloqueó temporalmente el martes parte de la amplia orden del presidente Donald Trump para pausar las subvenciones federales, préstamos y otras ayudas financieras, dando una victoria a los grupos de defensa que dijeron que interrumpiría los programas que sirven a decenas de millones de estadounidenses.
La jueza de distrito Loren AliKhan ordenó a la administración Trump no bloquear la financiación de los programas en curso hasta el 3 de febrero en una audiencia en un tribunal de Washington.
Grupos que representan a organizaciones sin fines de lucro, funcionarios de salud pública y pequeñas empresas presentaron la demanda, diciendo que la política de Trump sería devastadora.
La amplia directiva de Trump fue el último paso en su drástico esfuerzo para revisar el gobierno federal, que ya ha visto al nuevo presidente detener la ayuda exterior, congelar las contrataciones y cerrar programas de diversidad en docenas de agencias.
Los demócratas describieron la congelación de fondos de asalto ilegal a la autoridad del Congreso sobre el gasto federal y dijeron que estaban interrumpiendo los pagos a médicos y profesores de preescolar. Los republicanos defendieron en gran medida la orden como un cumplimiento de la promesa de campaña de Trump de frenar un presupuesto inflado.
La administración Trump dijo que los programas que ofrecen beneficios críticos a los estadounidenses no se verían afectados. Pero el senador demócrata Ron Wyden expresó que su oficina había confirmado que los médicos en los 50 estados no podían obtener pagos de Medicaid, que brinda cobertura médica a 70 millones de estadounidenses de bajos ingresos.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, dijo en X que el gobierno federal estaba al tanto de la interrupción del portal de Medicaid y que ningún pago se había visto afectado. El sitio web volverá a estar en línea en breve, señaló.
Funcionarios del sector sanitario dijeron que la interrupción podría causar daños duraderos. «Si el gobierno federal deja de enviar fondos a los contratistas estatales de Medicaid, el resultado sería una debacle total, con los proveedores de Medicaid cerrando el negocio», declaró Sara Ratner, de la empresa de salud NOMI Health.
La orden, expuesta en un memorando de la oficina presupuestaria de la Casa Blanca, pretendía congelar las subvenciones y préstamos federales a partir de las 2200 GMT del martes mientras la administración se aseguraba de que están alineados con las prioridades del presidente republicano, incluidos los decretos que firmó para poner fin a los esfuerzos de diversidad, equidad e inclusión.
Programas de gran alcance
Las subvenciones y préstamos federales llegan prácticamente a todos los rincones de la vida de los estadounidenses, con billones de dólares destinados a programas de educación, sanidad y lucha contra la pobreza, ayudas a la vivienda, ayuda en catástrofes, infraestructuras y un sinfín de otras iniciativas.
Según el memorando, la congelación del martes incluía todo el dinero destinado «a ayuda exterior» y a «organizaciones no gubernamentales», entre otras categorías. En él se ordenaba a 55 agencias que examinaran más de 2.600 programas de subvenciones individuales.
La Casa Blanca dijo que la pausa no afectaría a los pagos de la Seguridad Social o Medicare a los ancianos ni a la «asistencia proporcionada directamente a las personas», como algunos programas de ayuda alimentaria y bienestar social para los pobres.
En un segundo memorando publicado el martes, la Casa Blanca dijo que los fondos para Medicaid, los agricultores, las pequeñas empresas, la ayuda al alquiler y el programa preescolar Head Start continuarían sin interrupción. Pero el senador demócrata Chris Murphy, de Connecticut, señaló que el sistema de reembolso para Head Start se había cerrado en su estado, impidiendo a los centros preescolares pagar al personal.
La situación de otros programas que podrían verse afectados, como la investigación científica, la construcción de carreteras y la recuperación de adicciones, no estaba clara.
La congelación siguió a la suspensión de la ayuda exterior del presidente, que empezó a cortar el martes el suministro de medicamentos vitales a países de todo el mundo que dependen de la ayuda al desarrollo de Estados Unidos.
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