El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, habla durante la gala del 48º aniversario de la Fundación Nacional Italiana Estadounidense en el hotel Omni Shoreham en Washington, DC, el 14 de octubre de 2023. (Foto de ANDREW CABALLERO-REYNOLDS / AFP)
Cuando los republicanos se hicieron con el control de la Cámara de Representantes de Estados Unidos hace un año, tenían una cosa clara: querían hacer la vida imposible a Joe Biden. Desde el primer momento propusieron someter a proceso político (impeachment) para su destitución al presidente, aun sin tener argumentos de peso para ello. Finalmente, acosado por sus propios compañeros, el anterior presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, ordenó en septiembre abrir una investigación previa de cara a un posible impeachment. Con tal de contentar al ala dura del Partido Republicano, McCarthy traicionó su promesa de someter una decisión así al pleno de la Cámara. Ahora, de alguna manera, los republicanos quieren por fin votar, quizá este mismo miércoles, la apertura de una investigación ya abierta.
Por El País
En realidad, la investigación ni siquiera lleva abierta solo desde septiembre, sino desde hace años. Bajo la presidencia de Donald Trump, los republicanos trataron de conectar los negocios en el extranjero de Hunter Biden, hijo del presidente, con su padre, en la época en que era vicepresidente, sugiriendo sobornos, abuso de poder o tráfico de influencias, pero sin encontrar indicios. Ahora son los más fieles aliados de Trump en el Congreso los que impulsan la investigación.
Desde que se hicieron con la mayoría en la Cámara, los republicanos han ido citando a quienes pensaban que podrían implicar a Joe Biden sin lograrlo. En septiembre, tratando de contentar al ala dura, McCarthy ordenó a tres comisiones de la Cámara abrir una investigación de un modo más formal, alegando una “cultura de corrupción” e insinuando acusaciones, pero sin pruebas. No se atrevió a someter la decisión al pleno porque creía que los republicanos moderados, elegidos en distritos competitivos, le darían la espalda, dado que no se veían motivos para un paso así.
Las comisiones apenas han logrado nada en estos primeros meses de trabajo. Han emitido requerimientos y citaciones que no han llevado a ninguna parte. En la primera vista con testigos, incluso los comparecientes citados por los republicanos, dijeron que no veían motivos para un impeachment. Los trabajos se han encontrado con una dificultad adicional. Al no haberse votado en el pleno la apertura de la investigación, no está claro que sus citaciones tengan fuerza vinculante. Los republicanos habían citado para este miércoles a Hunter Biden para comparecer a puerta cerrada, pero este dijo que solo acudiría si se trataba de una vista pública. Aunque algunos congresistas han amenazado con acusarle por desacato, lo cierto es que no parece que puedan obligarle legalmente.
La Casa Blanca también ha rechazado atender requerimientos y citaciones alegando falta de legitimidad para exigir su cumplimiento con varios argumentos legales, entre ellos de forma destacada que la investigación no ha sido formalmente aprobada, pues no ha habido votación en el pleno.
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